Antes de empezar a hablar neutralmente de este tema, me gustaría dar mi opinión de forma personal sobre este asunto, y seré breve y directo: soy un usuario directamente afectado, no sé si para bien o mal y dependiendo como haga Microsoft esta jugada llamada Windows Phone 7.8, yo (y muchos supongo) después de verla decidiré si sigo siendo un fiel usuario de Windows Phone, o empiezo a plantearme alternativas. Así pues, lo que pretendo decir es que antes de dar una respuesta real sobre la pregunta de esta entrada y juzgar a Microsoft, debemos esperar y probar Windows Phone 7.8 y no hacer juicios rápidos, ni ser ciegos o acérrimos a una plataforma.
Aun así, intentaré a riesgo de equivocarme, dar una opinión sobre lo que Microsoft ha hecho, que en ciertos sectores de la comunidad y foros sobre Windows Phone, ya se ha convertido en tema tabú.
Muchos usuarios de Windows Phone, especialmente aquellos que pensaban que los Microsoft le darían un trato especial a los terminales de Nokia que a los de los otros fabricantes esperaban Windows Phone 8 al completo y esto es algo que ni hacía falta que Paul Thurrott (experto en asuntos internos de Microsoft afirmase), porque yo mismo ya vaticiné hace más de dos meses lo que iba a pasar con los actuales dispositivos , y no soy una pitonisa, era pura cuestión de lógica, sólo que no me esperaba que Microsoft fuese a cometer un error de marketing tan grave (esa es una de las grandes diferencias de Microsoft y Apple) de llamarlo Windows Phone 7.8. En el artículo del enlace anterior, ésto es lo que digo en la conclusión:
La solución intermedia que dejarán a todos contento para mí es, portar las novedades visuales y las novedades (que no tengan que ver con el núcleo de Windows Phone 8) que el hardware de los actuales Windows Phone den de sí (dado que la próxima generación de Windows Phone llevarán el chipset Qualcomm S4 y pantallas HD) y finalmente dejar el Kernel de los actuales Windows Phone 7, como está, o sea en CE. El nombre perfecto para dicha actualización sería Windows Phone 8 CE
Microsoft decidió llamarlo Windows Phone 7.8, y como habréis visto el “jaleo” que se ha montado entre los usuarios y la blogosfera ha sido brutal. Mientras tanto, Apple sí fue inteligente y decidió “ofrecer” iOS 6 al iPhone 3Gs. Esto, es lo que yo pensaba nada más ver la presentación de Microsoft y éste comentario fue el que más leí en la red por parte de defensores de Microsoft (comúnmente llamados fanboys). Pero esto no es del todo así:
Seguirá habiendo nuevas aplicaciones para los Windows Phone 7.8, pero las que hagan uso del código nativo que permite Windows Phone 8, no funcionarán en los actuales dispositivos (a pesar de que los Windows Phone desbloqueados mediante ROM alternativas, permitan el uso de apps que usen código nativo).
No sabemos si recibiremos otras novedades que no dependan del hardware a parte de la pantalla de inicio. Aunque confío en que sí. Aquí entra en juego Internet Explorer 10, integración con Skype, los mapas de Nokia y otras cosas más…
El núcleo no se actualiza de Windows CE a Windows NT, y como muchos sabréis esa es la razón por la que nos perderemos muchas novedades de la nueva versión.
Por lo tanto, comparar esto con la actualización de iOS al iPhone 3Gs, es un poco como disparar la escopeta porque sí. Primero, porque el iPhone 3Gs tiene tres años, mientras que los Windows Phone de segunda generación va a cumplir un año y segundo porque en éste caso habría que compararlo con el iPhone 4S que tiene la misma antigüedad y sí va a recibir todas las novedades de iOS 6. Otra cosa es que iOS lleve con el mismo núcleo cinco años y Microsoft decida seguir innovando pero a costa de los usuarios.
Que un dispositivo de primera generación, se quede sin actualización es algo entendible, porque dos años de soporte es más que suficiente y eso es lo que da Google a su gama Nexus. Aunque de todas las formas que habría que entender que la primera generación y segunda generación de Windows Phone es un caso un poco particular, porque tiene mucho en común de hardware,por lo tanto no se entendería que se actualizase uno sí y uno no. Microsoft por lo tanto, llegó a la “gran conclusión” de que ambos se quedarían sin Windows Phone 8.
Como conclusión, no podemos sacar nada, habrá que esperar a Windows Phone 7.8 para que cada uno saque sus conclusiones y ver que nos trae realmente Microsoft.