El pasado día 29 Microsoft nos presentó a todos su nuevo sistema operativo para dispositivos móviles, Windows Phone 8, siguiendo la estela del S.O. madre, Windows 8. De todas las novedades presentadas ya os han puesto al día de una manera excelente mis compañeros, pero hoy os traigo la opinión desde otro punto de vista: el punto de vista de un usuario de Android que, por otra parte, se siente muy atraído por Windows Phone (aunque no tanto como para dejar a mi pequeño androide verde, je je).
Vosotros sabéis mucho mejor que yo que Microsoft lleva unos años intentando posicionarse en el primer lugar de las ventas de sistema operativo para dispositivos móviles (smartphones sobre todo) como lo es en el sector de los ordenadores. Fruto de ello es, por ejemplo, el enorme cambio externo e interno de Windows y su asociación con Nokia. Pero quiere lograrlo apartándose radicalmente de sus principales competidores: Apple y Google… ¿o no?
Windows Phone (sobre todo esta última versión) es la última pieza de una intensa transformación del conocido sistema operativo que tiene como propósito armonizar software y hardware en todos los dispositivos. Efectivamente, como hace Apple.
Ciertamente, la interfaz es completamente diferente. Joe Belfiore dijo que la compañía estaba “reinventando” la experiencia del usuario con los teléfonos inteligentes, pasando de filas de iconos a un mosaico personalizable y compuesto de “vivas” Live Tiles que ofrecen información en tiempo real. Efectivamente, como los widgets de Android (aunque estos sean aplicaciones).
En la citada presentación se enfatizó en tres puntos básicos del nuevo Windows Phone 8: novedades, personalización y total sincronización. Vayamos por partes.
Novedades – pues sí, ha habido bastantes, como nos han contado mis compañeros el mismo día de la presentación: Rooms y Kid’s Corner, Live Tiles, Wallet, interesantes cambios en Internet Explorer 10, en la página web, etc.
Personalización – Windows Phone es el único smartphone con Live Tiles que permiten que el usuario personalice completamente la pantalla de inicio con los contactos y contenidos más importantes para él. Es completamente cierto, las Live Tiles son exclusivas de Microsoft, pero esto no hace que Windows Phone sea el único capaz de personalizar la pantalla de inicio… ¿O es que poner los iconos, accesos directos o widgets que nosotros elijamos en Android no es personalizar no ya la pantalla, si no LAS pantallas?
Sincronización – Fantástico, magnífico. A partir de ahora, cualquier contenido que te descargues en uno de tus dispositivos con Windows, estará disponible automáticamente en el resto: si nos descargamos una foto en el smartphone la tendremos a nuestra disposición en nuestra Surface o nuestro PC con Windows 8, gracias a Skydrive… ¡Magnífico invento! ¡Ah, no, espera! Eso ya lo hacen Google y Apple y otros como Dropbox. ¡Pues menuda novedad!
Y es que, en mi opinión, Microsoft ha puesto su punto de mira en Apple y su ecosistema: un mundo cerrado y privado en el que te obligan a ciertos requisitos (en Windows 8 es imperativo introducir nuestra cuenta de Microsoft Account). Como Apple, la pretensión es que el usuario tenga una experiencia cómoda, sin complicaciones pero con muchas restricciones. A partir de ahora la gran M nos irá sugiriendo que usemos SUS aplicaciones, SU espacio en la nube (¿quién se va a negar a 7 GB gratis en Skydrive?)… en definitiva SU forma de hacer (y ver) las cosas. Igual que hace Apple (de forma descarada) y, efectivamente, igual que hace Google.
Como dije al principio, hace tiempo que Windows Phone me atrae. Estuve a punto de comprarme uno cuando me enteré que los modelos de entonces no serían compatibles con Windows Phone 8, así que esperé. Ahora alternaré mi Android con un Nokia Lumia (muy posiblemente el 820). Probaré el sistema de primera mano y seguro que no me decepcionará. Pero que no pretendan engañarme haciéndome creer que han inventado algo. Apple ya lo intentó con el iPhone 4 y su “face time”… lo que llevamos años llamando vídeo llamada. Seamos serios. Los tres sistemas son buenos y todos tienen sus ventajas e inconvenientes, pero no olvidemos que son empresas y lo único que quieren de nosotros es que, cada cierto tiempo, vaciemos nuestros bolsillos con sus productos y, cada vez más, con sus servicios.