Puede que Nokia haya cometido errores en el pasado, pero no hay duda de que está tratando de corregirlos. La innovación en sus terminales ha sido su estandarte durante mucho tiempo, y los finlandeses nunca han dejado de investigar para introducir nuevas mejoras. No en vano Nokia posee una de las carteras de patentes más potentes que existen. La última tecnología en la que están trabajando en el Centro de Investigación de Nokia en Cabridge (Reino Unido) busca obtener un método con el que un smartphone pueda recargarse por sí mismo, sin estar conectado a la corriente eléctrica.
Al parecer, los ingenieros de Nokia habrían estado trabajando en un dispositivo capaz de captar frecuencias entre los 500 MHz y los 10 GHz a partir de las ondas transmitidas por emisoras de radio y televisión, y por antenas de telefonía móvil. El objetivo de este ingenio no es monitorizar transmisiones o sintonizar una emisora, sino transformar la energía obtenida a través de la captación de ondas para hacer funcionar, por ejemplo, los componentes de un smartphone.
Los ingenieros de Nokia tienen como meta a corto plazo conseguir captar hasta 20 milivatios, que sería suficiente para mantener un smartphone en modo reposo de forma virtualmente indefinida, ya que el dispositivo sería capaz de recargar de forma automática la energía consumida en ese estado del terminal. Sin embargo, el objetivo final es conseguir hasta 50 milivatios, lo cual permitiría recargar el teléfono sin tener que conectarlo a la corriente eléctrica.
Esta tecnología no estaría pensada para funcionar como única forma de recarga de energía del dispositivo. Según ha declarado Markku Rouvala, uno de los ingenieros que trabaja en el proyecto, el objetivo es que un smartphone utilice este método de recarga junto a otras tecnologías de captación de energía, como por ejemplo las células de energía solar.
Pero no vayáis tan rápido. Podéis guardar vuestras billeteras y tarjetas de crédito porque aunque los resultados son prometedores, aún tardaremos un tiempo en ver dispositivos comerciales integrando esta tecnología. Si todo va bien, dentro de entre 3 y 5 años podríamos olvidarnos para siempre de volver a utilizar los engorrosos cargadores que hoy en día parecen haberse convertido en una extensión permanente de nuestros smartphones.