Aunque el sistema de distribución de actualizaciones de Windows Phone pueda parecer óptimo a primera vista, lo cierto es que un quebradero de cabeza para más de un usuario que ve cómo hay países a los que una determinada actualización llega antes que a otros por culpa del filtro que ejercen algunas operadoras de telefonía. Sin embargo, este sistema de distribución podría tener los días contados de confirmarse lo que comentan en el portal chino WPDang.
Actualmente es Microsoft la que controla la mayor parte del proceso de distribución de actualizaciones, lo cual incluye la compilación de builds específicas para cada modelo empleando el firmware correspondiente proporcionado por los fabricantes. Esto a veces provoca un retraso excesivo desde el momento en que Microsoft comienza las pruebas con cada terminal, hasta que todos los modelos tienen una build lista para su publicación. La razón, como sabemos, es la intención inicial de Microsoft de que todos los terminales obtuvieran la actualización a la vez.
El nuevo sistema de distribución de actualizaciones limitaría la responsabilidad de Microsoft en el proceso, pasando la pelota al tejado de los fabricantes. El método sería el siguiente: Microsoft compila la build de la actualización y la envía a cada fabricante, el fabricante es el encargado de adaptar la build a sus terminales y asegurarse de que no tenga errores para posteriormente enviarla a las operadoras, las cuales a su vez enviarían la actualización a sus clientes tras el correspondiente proceso de certificación.
A los que hemos usado Android alguna vez nos suena mucho este sistema de distribución de actualizaciones. Es precisamente por esto que, personalmente, no me gusta nada. Primero, porque no todas las empresas tienen la misma capacidad ni ponen el mismo interés en distribuir las actualizaciones lo más rápido posible. Esto puede provocar situaciones muy similares a las vividas en el sistema operativo de Google, en el que algunas marcas aún estaban distribuyendo actualizaciones para Android 2.3 cuando otras ya iban por la 4.0 y se preparaban para comenzar con la 4.1.
Si añadimos las operadoras de telefonía a la ecuación, el resultado puede ser un escenario caótico y completamente fragmentado. Y la fragmentación es algo en lo que Windows Phone no necesita profundizar. Suficiente tenemos ya con la brecha existente entre los usuarios de Windows Phone 7.X y los de Windows Phone 8 por las diferencias en el núcleo de ambos sistemas, como para añadir otro factor más al ya de por sí numeroso grupo de usuarios descontentos.
Aparentemente la primera en estrenar este nuevo sistema de distribución de actualizaciones será Nokia, que ya ha bautizado la actualización GDR2 para la familia Lumia con el nombre de Amber. Recemos para que todo salga bien y que los recelos que pueda haber hacia este sistema se queden sólo en eso.