Hace bien poco, Microsoft liberó la Preview de Windows 8.1, la cual trajo las mejoras que esperábamos e incluso alguna que otra sorpresa. Sin embargo, la versión final necesitará de unos requisitos en cuanto a hardware bien distintos a los que necesita la Preview, ya que esta es solo una versión de prueba. La lista de especificaciones nos puede dar una ligera idea de qué tipo de dispositivos veremos próximamente ejecutando Windows 8.1, pero generalmente supondrán una base mínima de requisitos que no tenemos actualmente en la mayoría de dispositivos.
La implementación de las nuevas directrices se hará poco a poco, para dar tiempo a los OEM (Original Equipment Manufacturer) a construir dispositivos que cumplan las reglas para Windows 8.1. El primer punto para cumplir es que cuenten con soporte NFC y autentificación biométrica. El siguiente objetivo es el denominado Precision Touchpads, que ya lo encontramos en los dispositivos basados en ARM.
Además de eso, serán necesarias mejoras en la disposición vertical de la pantalla, junto con otras en InstantGo, la función dedicada a la reactivación instantánea del dispositivo para utilizarlo de inmediato. Desde enero de 2014, irán añadiendo más requisitos mínimos, tales como la conectividad Bluetooth en todos los dispositivos con Wi-Fi y una webcam frontal de 720p en aquellos que tengan la pantalla integrada. En cuanto a requisitos de audio, hablamos de especificaciones más altas tanto para micrófonos como para altavoces.
A partir de enero de 2015 será indispensable disponer de TPM (Trusted Platform Module), una especificación que implementa un procesador criptográfico, cuya finalidad es proteger nuestra información. Microsoft está trabajando con los fabricantes OEM para conseguir que los dispositivos que obtengan Windows 8.1 sean más ligeros, delgados y rápidos, además de implementar baterías de mayor duración.