Google y su invasión de Windows 8 a manos de Chrome y Chrome OS

Google ya avisó en su momento. Hace meses lanzó una versión muy temprana de desarrollo de la nueva interfaz que tenía pensada para Chrome en Windows 8, el mismo diseño que Chrome OS, básicamente.

Esta semana, con el lanzamiento de la última versión de Google Chrome para todas las plataformas, llega este diseño para Windows 8 de manera totalmente estable, algo que no creo que haya gustado mucho en las oficinas centrales de Microsoft. ¿Por qué?, podríais preguntaros. Principalmente porque esta nueva versión ha traído consigo la misma experiencia que el sistema operativo de Google para escritorios, Chrome OS, de manera que ocupa la experiencia de Windows 8 al completo.

Si hacéis uso de la mayoría de servicios de Google, si sois usuarios de Android o no necesitáis unas aplicaciones profesionales que sólo tengan compatibilidad con Mac OS o Windows, realmente podríais no necesitar salir de esta interfaz “Metro” de Google Chrome donde la web, llevada a una funcionalidad tremenda, es la base de todo la experiencia de usuario.

Esto tiene un peligro muy serio para Microsoft, y es que con el daño que al parecer los portátiles Chromebook están haciendo en un rango de precios asequibles en ciertos mercados como el norteamericano, que un usuario descubra que realmente no necesita más que la web para desarrollar toda su consumo y creación de contenido, es algo muy a tener en cuenta por la empresa desarrolladora de Windows.

Tras una experiencia con esta nueva versión de Chrome, puedo asegurar lo citado anteriormente, hay momentos en los que olvido que estoy en Windows 8 más que cuando salta alguna notificación del propio sistema, y es que si además Google consigue integrar su panel de notificaciones y añadir personalización a la interfaz, cosa que no sé hasta que punto será posible, seguramente podría dejar de lado Windows 8, conociendo los editores de fotografía y todas las aplicaciones web que existen y están disponibles.

Veremos como se desenvuelven estas semanas posteriores al anuncio, aunque quizás Microsoft no pueda conseguir alguna letra pequeña a la que acogerse para desechar esta versión de Chrome. Por el momento, parece que la táctica agresiva de Google puede estar dando sus frutos.