Microsoft, hace años ya, tenía una fama bastante mala respecto a la seguridad. Así, algunos que llevamos en esto un tiempo, recordaremos el famoso virus que hacía que Windows XP se apagara a los pocos segundos, y que su propagación a nivel mundial fue sorprendente. Mucho ha llovido desde entonces (y sobre todo en la informática) y Microsoft ha cambiado respecto a ese aspecto y mucho.
Ahora, los de Redmon han dado una importancia muy elevada a la seguridad en sus sistemas operativos. Aún así no se evita que haya ciertos agujeros de seguridad, pero éstos se solucionan de forma rápida. Y lo más importante, ha ido creando herramientas gratuitas que consiguen parar muchos de los ataques. Así, recordemos cómo Microsoft liberó hace tiempo un antivirus básico pero gratuito y válido para muchos usuarios, hasta llegar a incluirlo en Windows 8 (así, como mínimo se tendrá ese antivirus).
También ha creado herramientas importantes de detección de páginas de internet no seguras, o de descargas de ficheros peligrosos. Gracias a esa herramienta, Internet Explorer se convierte en uno de los navegadores más seguros en ese aspecto. Ya que otros navegadores dejan esa responsabilidad al antivirus.
Así, Microsoft ha ido paliando un problema de seguridad en su sistema Windows, consiguiendo que el propio sistema operativo se pueda defender mejor de los ataques. Pero, ¿qué ocurre con Windows Phone? Pues veamos lo bueno de empezar un sistema operativo desde cero en cuanto a la seguridad.
Sí, para Microsoft el tema de la seguridad es un pilar primordial en Windows Phone. Y trabajan en ello para que sea algo diferenciador de iOS y de Android. ¿Cómo lo consiguen?
El primer punto, es cargar al propio sistema operativo de una política de seguridad bastante férrea y que cada aplicación que se ejecuta tenga un espacio de trabajo independiente. Así es como en Windows Phone cada aplicación se instala en un directorio independiente y sólo puede tener acceso a sus ficheros y no a los de otra aplicación. Incluso no se tenía acceso ni a las librerías como música o vídeos. Tema que con Windows Phone 8.1 cambiará, al haber creado un concepto de librería parecido al de Windows.
Además, el propio sistema operativo realiza preguntas ante cambios de configuración si se realizan desde programas. Es por ello que podemos hacer enlaces a la configuración de Wi-Fi, red, etc. Pero no se puede cambiar de forma automática por aplicaciones externas. Esto hace que una aplicación no pueda hacer operaciones como cambiar la contraseña de bloqueo por su cuenta, o bloquear el terminal para secuestrarlo, cómo hacen algunas aplicaciones en Android.
El segundo punto es controlar las aplicaciones que se pueden instalar en el sistema operativo. Es como tener un antivirus gigante por parte de Microsoft a la entrada de Windows Phone. Así, se tiene la seguridad de que la aplicación instalada, los permisos que solicita, no son para algo peligroso, como robar información y enviarla a otros servidores. Esta misma política la tiene Apple con su tienda de aplicaciones, pero Microsoft justamente cuenta con una experiencia dilatada en detectar virus, lo que le da una ventaja.
Todas estas medidas han hecho que en casi los cuatros de andadura que tiene Windows Phone no se haya conocido problema alguno de seguridad. Muchos dirán que será porque no interesa, pero tampoco tenemos que infravalorar todas estas medidas.
Precisamente, este aspecto de la seguridad, Microsoft lo está aprovechando para diferenciarse de iOS y Android. Para así atacar los nichos de mercado gubernamentales y empresarial. Dos mercados en los que justamente BlackBerry tenía una presencia importante. Y en los que Microsoft puede entrar gracias a esa calidad en la seguridad y a su integración con otras muchas aplicaciones empresariales.
Lo mejor es que el resto de usuarios también podemos aprovecharnos de ello. Y no tener necesidad de tener que instalar antivirus en nuestros móviles que lo único que harán es gasta recursos, como potencia de CPU, memoria y batería. Eso sí, recordad que el mejor antivirus sois vosotros mismos con el sentido común.
¿Creéis que Windows Phone puede dar batalla en ese sentido?