¿Debería Microsoft tomar el modelo de negocio de Google?

A falta de un par de horas de presentarse la nueva versión de Windows 9, aún no sabemos nada oficialmente de si será gratis o no –lo más seguro es que sea gratis para los usuarios de Windows 8/8.1–. Tendremos que esperar a la presentación para conocerlo, aunque igual ni hablan del tema económico.

Windows está claro que está en declive: están surgiendo los sistemas operativos basados en la nube como Chrome OS y otros como Android están mejorando bastante como para competir directamente con el sistema oficial de Microsoft –o al menos para los usuarios principales, que es a lo que se dedica principalmente Microsoft–.

Windows está bajando su cuota de mercado

Windows debe renovarse, otros sistemas le están pisando los talones y puede que en breve veamos menos ordenadores con dicho sistema. Yo veo dos opciones para no quedarse atrás: que tome el modelo de negocio de Google o que tome el modelo de negocio de Blackberry.

¿Qué pasa si tomase el modelo de negocio de Google?

Si Microsoft “copiase” la política de Google –es decir, que se convirtiese en código libre– todo cambiaría: el sistema llegaría a mucha más población, con mucha más estabilidad y con mucha más compatibilidad. Que sea gratis no quiere decir que no puedan ganar dinero, es más, si llegan a más personas, podrían ganar incluso más dinero. Pero esto sería un cambio muy importante en Microsoft.

Se puede ganar mucho dinero: se puede cobrar una licencia a los fabricantes por incluirlo de fábrica, o incluso se podría poner una versión más profesional –para empresas– de pago y otra más básica gratuita.

¿Qué pasaría si tomase el modelo de negocio de Blackberry?

Esto ya es un tema más complicado: Blackberry se ha destinado siempre a un sector muy específico: a empresarios que necesitan comodidad y seguridad. Pero en un momento dado Blackberry subió mucha cuota de mercado –o al menos en España– y se popularizó bastante, pero, con el cabo del tiempo, volvió a su estado natural: a fabricar smartphones para empresas.

Esto mismo podría hacer Microsoft, o cualquier otra cosa, pero está claro que si sigue el mismo camino seguirá perdiendo clientes –renovarse o morir–. Ya han fracasado en mucho productos y es muy difícil que ahora levanten cabeza si no cambian de rumbo drásticamente.