Si alguien me preguntase cuál es el principal problema que veo tras mi experiencia con Windows RT y Windows Phone sería sin duda las aplicaciones. Hay características de otros sistemas que echo de menos, es cierto, pero entiendo que la solución puede ser más rápida que lo que es conseguir que desarrolladores se interesen y desarrollen lo antes posible para tu plataforma. Realmente, la experiencia en fluidez y rendimiento de Windows Phone es sorprendente y muy lograda desde el principio, haciéndose fuerte frente a la gama media-baja de otras plataformas como Android.
Microsoft lo tienen entre ceja y ceja, es una de sus prioridades y las soluciones pasan por hacer de su plataforma más atractiva a nivel general. Eso tiene nombre a día de hoy, Windows 10, que lleva dando pinceladas de ser una auténtica actualización desde que fueran lanzadas las primeras versión de prueba Technical Preview. Además de ello, las aplicaciones universales, que permiten comprar una aplicación una vez y poder usarla en cualquier dispositivo con Windows Store o Windows Phone en su interior.
Si atendemos a la evolución de esta cifra, gracias a la web WM Poweruser, podremos apreciar que el salto con respecto al mes de junio del curso es pasado es, cuanto menos, considerable, habiendo crecido en 160.000 aplicaciones, siempre teniendo en cuenta que hablamos de la suma de los dos mercados de aplicaciones.
En este sentido, Windows Phone parece estar mejor encaminado que su hermano para tablets y escritorios, pero mi intuición me dice que Windows 10 y Windows 10 Mobile o Windows Phone 10 serán un gran impulso a nivel de captar la atención de consumidores y elevar la nota que los diferentes medios demos en la experiencia con diferentes productos como tablets, portátiles, convertibles y, como no, smartphone.