Comparamos en directo la nueva Surface 3 y Surface 2, ¿vale la pena el cambio?

Cada vez que un nuevo modelo llega para sustituir a una versión anterior, nos encontramos en la búsqueda incesante por ver cuáles han sido los cambios y novedades aportados, y valorar objetivamente si la nueva apuesta propone el salto suficiente como para obviar la bajada de precio del modelo anterior, o incluso pensar en dar el salto del modelo “antiguo” al nuevo.

Por eso, tras la presentación en Madrid de la nueva Surface 3, desde WinPhone metro hemos querido profundizar en esta comparativa, teniendo en cuenta que un servidor tuvo durante algún tiempo una Surface 2 como su ordenador secundario y tablet principal.

Mismo diseño, mejorando la pantalla y su peso

A nivel estético, Microsoft ha mantenido una misma tonalidad, mismos bordes, mismos materiales y similares que en el modelo Surface 2. Si los apreciamos por su parte trasera, puede ser dificil de diferenciar el uno con el otro, más allá de un cambio de la serigrafía “Surface” por el icono de Microsoft.

Pero en su parte delantera si hay un cambio evidente, quizás más evidente de lo que las cifras pueden decir con solo 0,2 pulgadas de aumento entre uno y otro modelo. Y es que el formato 3:2 se nota de forma muy acuciada en la forma cuadricular del dispositivo. Como podéis ver en las imágenes, la forma apaisada de la Surface 2 deja paso a un diseño más consonante con Surface Pro 3 o iPad Air, donde el contenido web será el principal beneficiado en modo vertical sobre todo.

En este sentido creo que Microsoft ha acertado, es un buen paso adelante. Mantiene material y diseño general, pero la pantalla es mejorada en lo que se refiere al formato empleado, así como la resolución, que sube hasta Full HD Plus al igual que lo hiciera Surface Pro 3. Es una formidable pantalla, y aunque no tuve pegas con el modelo Surface 2, creo que el salto es apreciable.

Estamos además ante el producto ”Surface” más ligero hasta la fecha, con 622 gramos, una reducción de poco más de 50 gramos que si bien la notaremos en un primer momento, no supondrá una baza demasiado importante frente al modelo anteriores. Quizás en este sentido me hubiera gustado ver un mejor trabajo de reducción de su peso final, aunque los materiales y la sensación de estar delante de un producto sólido pueden solventar este “inconveniente”.

La versión de Windows, la clave del cambio

Windows 8.1 completo sustituye a una versión Windows RT que ahora sí caerá en el olvido absoluto. Poco podemos añadir en este sentido, la equivocación de Microsoft se hace ahora evidente tras el abandono de la plataforma por parte de los fabricantes. Windows 10 nos dará la posibilidad de usar todo tipo de aplicaciones, clásicas o Modern UI y movernos entre una interfaz de escritorio o tablet sin apenas darnos cuenta, únicamente centrándose en proporcionar la mejor experiencia para el usuario.

Nuestra experiencia con Surface Pro 3 y Windows 10 está siendo muy buena, y el mismo nivel esperamos tener en Surface 3, pese a que la reducción del tamaño de pantalla puede limitar en gran medida el número de usuarios que buscarán en él un producto principal o incluso secundario para su trabajo.

Puerto micro USB, Kickstand y stylus, las guindas del pastel

El cambio de puerto de carga propietario a un estandar en dispositivos móviles como micro USB ha sido muy llamativo, sobre todo debido al auge del USB Type-C que hemos visto aparecer en el nuevo Macbook de Apple y Chromebook Pixel 2 de Google. El argumento que nos dieron desde Microsoft fue la demanda de los usuarios de no querer un utensilio más para tener que cargar su tablet Surface, teniendo en cuenta que a día de hoy prácticamente todos los usuarios cuentan con un cable micro USB en sus hogares. Perderemos velocidad de carga pero ganaremos en versatilidad y comodidad de no tener que depender siempre de un único cable.

El stylus que llegaba con Surface Pro 3 ha visto su camino despejado para aterrizar también a Surface 3. Es una de las mejores experiencias táctiles y más completas que he visto en un modelo tablet a día de hoy, y su continuidad está asegurada. Pulsar el botón del pen, automáticamente abrir en Surface 3 una nueva nota y escribir incluso apoyando nuestra mano es toda una delicia. Además con la tercera posición del kickstand que llega con Surface 3 esto se ve agilizado, aunque no es tan cómodo como puede serlo con Surface Pro 3 y es quizás la decepción más importante que he visto si lo comparamos con el modelo superior. Se ha avanzado con más ángulos respecto a Surface 2 si, pero quizás no lo suficiente

Y su precio… ¿merece la pena?

Eres un usuario de Surface 2, estás pensando en agenciar una nueva Surface 3 pero 600 euros parece un precio demasiado elevado para dar el salto. El principial cambio que veo es la versión de Windows, sin duda alguna. Dependiendo del uso que quieras dar a tu tablet, es posible que con la tienda Windows Store sea suficiente para tu uso diario, aunque en el medio plazo el cambio a la versión Windows 10 acabará “forzándonos” a cambiar de producto, pese a e qutal vez sea mejor esperar a ver cómo otros fabricantes como Lenovo o HP lanzan sus apuestas, y por qué no, más asequibles.

Si contarámos con un buen plan “renove” podría ser interesante pagar esos 250-300 euros por el cambio, pero por el momento, si con las aplicaciones presentes puedes mantener una buena experiencia de usuario, sería más prudente esperar.

De no contar aún con ningún modelo tablet-convertible y quieres tener tu primera experiencia en este nicho, teniendo en cuenta que puede ser perfectamente empleado como un segundo o incluso un primer ordenador para muchos personas, los 600 euros (sin teclado, unos 750 euros con él incluído), pueden estar muy bien invertidos. Tendremos un producto con buenos materiales, resistente, rápido, fluido, con una enorme plataforma detrás y con Windows 10 llamando a nuestra puerta.

El problema es precisamente la diferencia de 200 euros con el modelo Surface Pro 3, ya que el aumento de pantalla entre uno y otro dispositivo se nota, y mucho, y a la hora de trabajar siempre agradecemos enormemente el uso de tamaños superiores. Además el procesador Intel Core en su versión más básica se antoja más potente que el modelo Intel Atom, a priori, aunque perderemos en comodidad para leer con dos manos y en movilidad con respecto a Surface 3.

iPad Air 2 es otro de los productos alternativos, aunque recordemos que el modelo Surface 3 cuenta por defecto con 64 GB y Office completo durante algún tiempo, con posibilidad de añadir USB 3.0 y tarjetas micro SD, un producto que para muchos puede solventarle la papeleta como ordenador o base de trabajo. Pantalla más pequeña, mucho más ligero y con un sistema operativo lleno de aplicaciones pero que no está pensado para manejar varias tareas al mismo tiempo, o al menos no al nivel del modo multiventana de Windows en la actualidad.

¿Es un producto “caro”? Para la experiencia que puede aportar no, pero si tenemos en cuenta que el teclado no nos llega incluído, el precio puede acabar siendo una losa. Pensémoslo así, si la Surface Pro 3 es demasiado cara y grande para ti, esta Surface 3 viene para ser un modelo inferior en algunas prestaciones, pero centrado en dar una posibilidad más dentro de esta misma familia. Quizás el rango de precios de 100-400 euros sea ocupado en algún momento por una Surface 3 mini, o algo parecido, pero a fecha actual el modelo Surface se centrará en lanzar productos no tan asequibles pero con grandes experiencias de usuario y versatilidad, mucha versatilidad.