Los usuarios de Windows Phone no son tan adictos a sus teléfonos como el resto

Hoy en día la tecnología nos facilita la vida de formas que hace años eran inimaginables, teniendo la posibilidad de estar en permanente contacto con nuestros amigos gracias a aplicaciones de mensajería instantánea, estando informados de los sucesos que ocurren en cualquier lugar del mundo con horas o minutos de diferencia, o simplemente permitiéndonos realizar compras desde nuestro hogar.

Las dos últimas décadas han sido increíbles debido a la velocidad a la que se han expandido por todo el planeta los dispositivos electrónicos, y quién sabe dónde estaremos dentro de otros veinte años al ritmo al que vamos. Sin embargo, todo progreso siempre tiene problemas adheridos, y en el caso concreto de los smartphones creo que todos sabemos qué problema pueden tener muchas personas con ellos.

Hay personas que han llegado a un punto en el que no pueden vivir unas horas sin tener el teléfono móvil a unos pocos metros de distancia, y que cuando se quedan sin batería sienten la necesidad inminente de ponerlo a cargar, incluso en algunos casos bajo situaciones de ansiedad. Cuando una adicción llega a tales extremos puede resultar peligroso.

En relación a este tema la empresa Gallup, encargada de gestionar información y estadísticas, hizo un sondeo en Estados Unidos preguntando a 15.747 personas si estaban de acuerdo o no con la afirmación “No puedo imaginar mi vida sin mi teléfono móvil”. La pregunta no me parece adecuada, pues la tecnología ha cambiado nuestras vidas de tal modo que resultaría complicado pensar en qué haríamos si no la tuviésemos ya que nos hemos acostumbrado a ella para todo, y no por ello necesariamente una persona ha de ser adicta. Aun así, veamos qué datos se desprenden de este estudio sobre el uso de los smartphones.

En términos generales, un 46% de los encuestados afirma que no podría imaginar su vida sin el teléfono móvil, siendo las mujeres las que peor lo llevarían con un 51% de respuestas afirmativas, frente a un 41% de los hombres que no sabrían qué hacer si no tuviesen su smartphone.

En esta gráfica podéis ver el desglose por edades de los resultados extraídos del estudio. Como era de esperar, los más jóvenes son más propensos a quedarse enganchados a las nuevas tecnologías, pues quienes entramos en el rango de 18 a 29 años hemos nacido o al menos crecido con la tecnología a nuestro alrededor, lo cual además de eliminar barreras a la hora de usarla, nos ha hecho estar más acostumbrados.

Por último, a todos los encuestados también se les preguntó qué teléfono tenían, lo cual ha permitido poder comparar entre distintos sistemas operativos. El primer puesto se lo llevan los usuarios de iPhone, que parecen ser los más reacios abandonar su smartphone con un 52% de personas que no podrían imaginar su vida sin él. Los usuarios de Android toman el segundo puesto con un 43% de los encuestados, frente al 27% de respuestas afirmativas a la pregunta antes mencionada por parte del conjunto de los usuarios de Blackberry y Windows Phone, recordemos, en Estados Unidos.