Vídeo del Lumia 650 XL corriendo Windows 8.1 RT PE, un terminal que ha sido cancelado

Hace un par de días que pudimos ver más de cerca el Lumia 650 XL, un terminal que tenía de nombre en clave Honjo. Sobre el papel a nivel de hardware sería similar al Lumia 650 que Microsoft presentó a mediados de febrero. Si nos fijamos en su aspecto externo, el prototipo de Lumia 650 XL es prácticamente idéntico al Lumia 650.

Recordamos que el Lumia 650 XL finalmente no saldrá a la venta, pero sigue llegando nueva información sobre el dispositivo, esta vez lo podemos ver en vídeo corriendo Windows 8.1 RT PE –Preinstallation Environment–, en pocas palabras, en el vídeo todavía no tenía el sistema operativo instalado. También podemos ver una especie de menú de arranque con distintas opciones.

Si estabas esperando un Lumia 650 algo más grande y con algunas mejoras vete olvidando. En lo que queda de año es muy difícil que veamos algún terminal Lumia nuevo, de hecho puede que los Lumia 650, 950 y 950 XL hayan salido los últimos de Microsoft. Los de Redmond se quieren centrar en el mercado empresarial y por eso a principios del año que viene tendrían pensado presentar el Surface Phone.

¿No saldrán terminales con Windows 10 Mobile pensados para el gran público? Sí, seguirán saliendo, aunque Microsoft ha dejado al resto de los fabricantes ese mercado. Los de Redmond confían en que los fabricantes como Acer, HP, VAIO, Funker, BLUE, entre otros muchos, sean los que saquen dispositivos para todos los consumidores. Veremos si los fabricantes aprovechan la oportunidad.

Actualmente Android es el sistema operativo mayoritario por mucho, hay muchos fabricantes que ponen a la venta terminales con el sistema operativo móvil de Google. Ahora bien, es muy difícil destacar sobre el resto, la competencia es feroz. Puede que más fabricantes se animen y anuncien teléfonos con Windows 10 Mobile.

Hasta ahora sobre el 96% de teléfonos con Windows Phone que se vendían eran Lumia, el resto de otros fabricantes. Al centrarse Microsoft en el mercado empresarial deja el camino despejado para que el resto de fabricantes consiga su parte del pastel.