No están siendo unos años fáciles para Nokia desde que abandonó el trono de fabricante rey de la telefonía móvil. Su cuota de mercado lleva muchos meses consecutivos cayendo, incluso después de la firma de una alianza estratégica con Microsoft para el uso de Windows Phone en smartphones de gama alta de la compañía finlandesa. Nokia quema los que podrían ser sus últimos cartuchos apostando por Windows Phone, y la gama Lumia parece estar funcionando muy bien. Sin embargo, esto no ha impedido unos pobres resultados financieros.
Si bien es cierto que se ha logrado amortiguar el ritmo de caída gracias a la reestucturación de la compañía y a los cambios en la estrategia referente a muchos de sus productos, las cifras de pérdidas netas siguen siendo complicadas de digerir. El beneficio neto arroja unas pérdidas de 576 millones de euros en el tercer trimestre de 2012, frente a los 826 millones de euros del mes anterior. También resulta llamativa el descenso en la cantidad de dinero disponible, que ha caído hasta 3.564 millones de euros desde los 4.197 millones de euros del trimestre anterior.
Las cifras son ligeramente superiores a lo esperado por los analistas financieros, y la propia Nokia ha comentado a los inversores que la época de transición no ha terminado y, por tanto, el último trimestre del año volverá ser económicamente complicado. Pero no todo son malas noticias. Como dije al principio, parece que la caída se ha amortiguado en gran medida gracias a las medidas adoptadas y a las buenas ventas de la gama Lumia. Beneficios de 78 millones de euros antes de gastos extraordinarios en el último trimestre, frente a los 327 millones de euros en pérdidas del trimestre anterior, unido al inminente lanzamiento de nuevos terminales de la gama Lumia permiten a los inversores ser moderadamente optimistas.
Y hablando de la gama Lumia, aunque las ventas hayan caído un 28% durante el último trimestre (la primera vez que hay un descenso desde que se lanzó el primer Nokia Lumia), bien es cierto que rozar los 10 millones de unidades vendidas puede considerarse todo un éxito. Un éxito que podría verse ampliado pronto, con el lanzamiento de nuevos modelos, como por ejemplo el esperado Nokia Lumia 920. Ante estos datos, yo diría que la alianza con Microsoft, que tan criticada fue en su día (y sigue siéndolo), ha influído muy positivamente en el rumbo descendente que tenía Nokia hasta entonces. Y esperemos que siga así por mucho tiempo.