Todos somos conscientes de la importancia que tiene un diseño atractivo y bien acabado a la hora de elegir un terminal. A su vez también son muchos los usuarios que, queriendo evitar las consecuencias de caídas y roces, usan protectores de pantalla y fundas (blandas o sólidas) en sus terminales. Personalmente no me gustan estas soluciones por lo que uso mi dispositivo tal y como vino al mundo. Esto me permite mostraros el estado en que se encuentran la pantalla y carcasa de un Samsung ATIV S tras 5 meses de uso sin funda.
Lo primero es aclarar el uso que le doy y cómo lo transporto. Cuando no está en mis manos el móvil lo llevo en el bolsillo delantero del pantalón (habitualmente vaqueros) y rara vez coincide con llaves o monedas, aunque sí que se ha dado el caso alguna vez. Durante su carga y usos variados lo poso sobre mesas y suelos de todo tipo. Y como datos más relevantes que detallaré más adelante, están las 4 o 5 caídas que ha sufrido en estos meses y la mala vida que sufrió durante las vacaciones en la costa. Antes de continuar, tal vez queráis echar un ojo a su estado en las fotos que realizamos durante su análisis, cuando sólo tenía un mes de vida.
Como podéis comprobar en la imagen destacada del artículo, la pantalla está es perfecto estado pese a los golpes laterales y frontales que ha sufrido. El empleo de Corning Gorilla Glass 2 por parte del fabricante ha sido todo un acierto que quedó aún más patente durante su uso en la playa. El dispositivo se transportó en una mochila con múltiples compañeros de viaje como móviles, llaves, cremas y toallas. La temida arena de playa hizo acto de presencia sin consecuencias para el cristal, aunque los objetos metálicos sí afectaron a la tapa trasera, como veréis a continuación.
Como se aprecia en la imagen, la tapa trasera refleja arañazos a media altura y justo debajo del logo y letras Windows Phone. Recordemos que pese a su logrado aspecto, se trata de plástico que imita un acabado metálico. Si al ver la foto os habéis echado las manos a la cabeza y comenzado a vestiros para ir a comprar una funda, esperad, pues hay que matizar cómo y por qué han aparecido.
Los arañados que se aprecian a media altura se produjeron durante su uso y transporte en la costa que ya he detallado antes. Por ello puedo afirmar que no estarían ahí, pese a caídas y uso sin funda, de haber puesto un poco más de cuidado en la playa. Guardarlo en un simple calcetín habría bastado pues todo indica que fueron causados por llaves metálicas.
No puedo decir lo mismo del daño que se aprecia en la parte inferior, bajo las letras que indican el sistema operativo, pues este se debe a que es la zona de contacto resultante de la ligera protuberancia causada por la cámara del terminal. Estos arañazos (más bien una zona sombreada) sí serán comunes a todo Samsung ATIV S que se use sin funda y a ello contribuye la poderosa vibración de que dispone el terminal. Curiosamente, la zona de la cámara (bordes y cristal) se encuentra en muy buen estado pese a estar también en contacto con las superficies al vibrar.
Adaptando un conocido refrán motero a nuestro mundillo, podemos decir que existen dos tipos de teléfonos móviles: los que se nos han caído y los que se nos van a caer. Por mucho cuidado que pongamos, lo normal es que en ocasiones se nos resbale, nos enganchemos con el cable del cargador, etc.
En el caso del smartphone que nos ocupa, el terminal se ha caído en varias ocasiones recibiendo golpes en laterales, pantalla y parte trasera. Ninguna caída superó el metro y medio de altura y, por extraño que resulte tratándose de un Samsung, la tapa trasera no se desprendió nunca. Tampoco se ha descolocado ni la tarjeta micro-SIM ni la batería.
Dado el aspecto frágil (pese a su belleza) de los bordes cromados, sorprende que sólo en una ocasión un golpe lograse dejar una marca evidente. Los daños podéis verlos junto a la esquina superior opuesta a la conexión de auriculares.
Debo reconocer que la zona plateada inferior que se encuentra debajo del altavoz era la que más me preocupaba, pero salvo alguna muesca milimétrica, está en muy buen estado. Y cuando digo milimétrica me refiero a que para verlas hay que acercarse como hacen los que intentan ver diferencias de resolución en pantallas con más de 350 ppi.
Al igual que la zona inferior, los laterales han aguantado muy bien el paso del tiempo y los roces y caídas. Los botones de inicio y cámara están como el primer día, así como el cromado que los rodea. El lado en el cual están situados los botones de volumen también tiene buen aspecto. De hecho, las aparentes marcas que se aprecian en la foto de los controles de volumen no se aprecian a simple vista, reparé en ellas al subir la foto al portátil.
Conclusión: En mi opinión el Samsung ATIV S ha superado con creces mis espectativas de resistencia. Es evidente que tras varias caídas y siendo transportado con objetos metálicos y arena de playa no podemos esperar que no haya consecuencias estéticas pero han sido menos de las esperadas. Aún sin usar funda o protector de pantalla, de no darse esa caída en concreto y con un mayor cuidado en la playa el terminal estaría casi como nuevo.
Los ajustes y materiales elegidos por el fabricante coreano me han sorprendido viniendo de un Nokia Lumia 800 con cuerpo de una sola pieza (unibody). En el mismo periodo de tiempo mi antiguo Lumia tenía una esquina achatada tras una caída y, aunque el policarbonato negro disimulaba mejor los arañazos, estaba siempre lleno de huellas.
Usar o no funda y/o protector de pantalla es en todo caso una elección personal que debéis tomar vosotros. Tanto como motivo de protección como por motivos estéticos o ergonómicos. Espero que este artículo os sirva como indicador para tomar la decisión, aunque os recuerdo que siempre habrá usuarios que con idéntico uso y percances tengan un terminal en mejor o peor estado.
No dejéis de compartir vuestra opinión sobre la resistencia de los smartphones.
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