Microsoft ha tomado un nuevo rumbo. Ya sea por el nuevo CEO, Sayta Nadella, que vino a sustituir a Steve Ballmer, o simplemente porque los resultados hicieron que las cabezas pensantes de Microsoft vieran que era necesaria una nueva estrategia, el hecho es que apreciamos una nueva gestión de las aplicaciones y servicios de Microsoft.
La idea de ”vive en mi plataforma, muere en mi plataforma” que empresas como Apple llevan casi hasta el extremo en los últimos años, ha provocado que para los usuarios muchas veces nos sea complicado elegir entre un producto y otro, a sabiendas de que ciertas aplicaciones a las que ya nos hemos acostumbrado únicamente están disponibles en este o aquel sistema operativo.
Microsoft Office apenas había salido de la plataforma Windows, pero en los últimos meses hemos asistido a su lanzamiento oficial en iOS y un anuncio oficial también para Android. Lo mismo sucede ahora con las conocidas como MSN Apps, aplicaciones con una calidad suficiente y que forman parte a día de hoy de la identidad de Microsoft.
¿Qué consigue Microsoft llevando sus servicios a las plataformas rivales? ¿No es algo suicida por su parte dar a los usuarios más razones para no cambiar de Android o iOS a Windows Phone o Windows? Démosle una vuelta de tuerca al asunto.
A día de hoy, Windows Store y Windows Phone Store se encuentran muy por debajo de sus mercados rivales de Google y Apple. Si un usuario de Android o iOS se planteara pasarse a Windows Phone, lo primero que podría no llamarle la atención es que ciertas aplicaciones de su uso diario o alternativas a éstos no tendrían su lugar en las plataformas de Microsoft. Y aunque lo importante pasa por conseguir que esos mismos desarrolladores hagan sus esfuerzos por traer sus productos a mi plataforma y así conseguir ser una alternativa mucho más fuerte, puede que Microsoft no tenga únicamente que esperar de brazos cruzados al resto.
Si aplicaciones de calidad comienzan a llegar a las plataformas rivales, los usuarios de esas mismas plataformas puede que en algún momento las vean interesantes como para instalarlas, y por qué no, hacer un uso continuado de ellas. Si el día de mañana mira a Windows en tablet o Windows Phone en móviles y encuentra más aplicaciones que coinciden con las que ya tenía entre sus “aplicaciones favoritas”, el miedo a no contar con esos servicios diarios tiende a disminuir. Es aquí donde veo interesante la posibilidad de llevar Internet Explorer a otras plataformas.
De acuerdo, IE nunca ha destacado demasiado frente a rivales como Google Chrome o Mozilla Firefox, pero a día de hoy, tanto los usuarios de Windows RT como de Windows Phone se encuentran anclados prácticamente al uso de Internet Explorer como forma de navegar en la red. Si estos mismos usuarios desean salir de esta plataforma y probar, por ejemplo, Android, verán que no existe posibilidad de recoger todos esos favoritos o marcadores e historiales que hemos tenido durante nuestra estancia en Windows Phone o Windows RT.
No se trata tanto de no dejar que mis usuarios salgan del sistema, sino conseguir que los usuarios que no están en mi sistema de plataforma móviles, es decir, una mayoría absoluta, muestren interés y vean factible el cambio a mi plataforma. Aunque no sería el navegador más interesante, Internet Explorer en Windows 8 ha dado un salto con su interfaz Metro, más dinámico y novedoso, integrando además estándares web que hacen del consumo web algo mucho más interesante.
¿Podría provocar que mis usuarios de Windows y Windows Phone acudirían entonces en desbandada hacia Android o iOS? Es una posibilidad, aunque dudo que este navegador sea la principal razón para quedarse en la plataforma, más allá de la fluidez y el buen hacer en el rendimiento del sistema, sobre todo comparando la gama baja de Android con Windows Phone.
Y aunque hace meses veíamos como esta posibilidad de llevar su navegador web a otros sistemas operativos había sido descartada por aquel entonces, personalmente pienso que la nueva estrategia seguida por Microsoft es muy interesante, sobre todo si tenemos en cuenta que en la mayor parte de países se posiciona con porcentajes muy inferiores a Android, y los últimos cambios de esa plataforma no son precisamente poco atractivos, véase el cambio estético con Material Design.
¿Ser conocido en el resto de plataformas o que mis usuarios solo consuman mis servicios? La apuesta es arriesgada, nadie lo duda, pero si Microsoft quiere atacar a ese enorme porcentaje de usuarios que aún no ve atractiva su plataforma móvil, es posible que creando puntos en común entre Android, iOS y Windows alrededor de sus productos, productos que deben ser de calidad, pueda hacer que algunos usuarios no desechen la idea de forma tan prematura.