Los procesos de actualización son lentos, más lentos de lo que a las propias compañías les gustaría. Para Microsoft, el hecho de que aún más de la mitad de los usuarios que usan Windows lo hagan en una versión Windows 7 supone un peso importante, un obstáculo a sortear para conseguir comenzar una nueva era de Windows 10 con la mayor cantidad de usuarios “actualizados”.
Gracias a los estudios de distribución de Nermarket Share hemos podido atender a las cifras de distribución del mes de noviembre para la plataforma Windows en sus diferentes versiones, y aunque las cosas siguen “ancladas en el pasado”, parece que el ritmo de crecimiento mejora.
Así, mientras que Windows XP ha decrecido alrededor de un 3,5%, un tanto porcentual han crecido las versiones Windows 8, 8.1 y Windows 7, este último aún con un 53,7% del share de la plataforma Windows. Que una de las versiones más antiguas del sistema de Redmon empieza a quedar en el olvido no son sino buenas noticias, aunque todo parece indicar que antes de la llegada de Windows 10 serán muchos los usuarios que no hayan probado en primera persona algunas de las versiones de Windows 8 con interfaz Modern UI.
Durante estos meses anteriores a la conferencia Build 2015, donde previsiblemente la empresa mostará la beta de Windows 10, Microsoft comenzará a lanzar el resto de versiones Technical Preview de Windows 10 para el resto de plataformas, tanto móviles como de escritorio, y es entendible que en este proceso, la compañía haga todo lo posible por dotar de tal cantidad de funcionalidades y atractivos que aquellos usuarios que no se atrevieron o no vieron interés en dar el paso desde Windows 7, lo hagan ahora con la primera plataforma convergente en la historia de Microsoft.