Ayer martes Microsoft lanzó varias actualizaciones para Windows 8.1, una ellas soluciona la vulnerabilidad que Google hizo pública, es la KB3004365. El fallo de seguridad hacia posible que cualquier usuario tuviera permisos de administrador, de esta forma se tenía un control total del sistema, incluso de forma remota. La forma de actuar de Google no gustó nada a Microsoft, lo dejaron bien claro en su blog.
En la actualización KB3004365 que ocupa 2,8 MB pone una breve descripción del problema:
Se ha detectado un problema de seguridad en un producto de software de Microsoft que podría afectar a su equipo. Puede contribuir a mejorar la protección del sistema con esta actualización de Microsoft.
Esperemos que la próxima vez que Google detecte algún fallo de seguridad de Windows lo trate directamente con Microsoft y en privado. Cuando decidió hace unos días publicar la vulnerabilidad de Windows 8.1 los mayores perjudicados fueron los usuarios, cualquier persona con los conocimientos necesarios podía aprovecharse de dicho fallo de seguridad.
En un principio Google dio 90 días a Microsoft para solucionar la vulnerabilidad, los de Redmond les dijeron que les dejaran de plazo hasta el 13 de enero, finalmente Google decidió publicar el fallo sin tener en cuenta la petición de Microsoft. Lo importante de cara al usuario es que el problema ya está solucionado, basta con instalar la actualización que lanzaron ayer.
De paso recordamos a los usuarios de Windows 7 que tenéis el Service Pack 1 instalado que ayer comenzó el soporte extendido. Esto significa que dejaréis de recibir nuevas características, pero seguiréis recibiendo actualizaciones de seguridad y parches hasta el 14 de enero de 2020.