Surface Pro 3 en análisis, ¿puede competir con tablets y portátiles a la vez?

Surface Pro 3 era presentada el curso pasado con un único propósito: cambiar el mercado actual en el que era necesario comprar un portátil y una tablet si queríamos diferenciar entre consumir contenido y ser productivos. Aunar ambos productos en este nuevo modelo de Microsoft parecía todo un acierto, y en parte así ha sido, aunque la experiencia final, como os comentaré al final de este artículo, quizás ha sido “diferente” a la que un servidor esperaba.

Diseño, dimensiones y pantalla

Su diseño es envidiable, de eso no cabe la menor duda. Las críticas a las primeras versiones del soporte de su parte trasera, llamado ”kickstand”, permiten en esta nueva versión adoptar la posición que queramos hasta prácticamente los 180 grados, y os puedo asegurar que es una auténtica delicia poder realizarlo sin miedo a que pueda romperse. Podremos poner la tablet en cualquier posición que queramos sin miedo a que se fracture, y permitiéndonos acoplarla para cualquier uso. Por ejemplo, si queremos hacer uso del stylus para escribir a mano o dibujar, podremos acomodarnos ahasta una inclinación prácticamente de 180 grados como si de un cuaderno se tratase.

Un formato totalmente acertado y que tablets de este tamaño o por encima de 10 pulgadas deberían comenzar a adoptar. El camino ideado por Microsoft en este sentido llega a su tercera entrega y cumple con todas las expectativas, punto muy positivo para la gente de Redmond y que en ciertas situaciones nos resulta más cómodo que un portátil al uso.

El tamaño de su pantalla dicta las dimensiones de esta tablet-portatil-convertible. Con 12 pulgadas y resolución Full HD Plus (2160 x 1440), esta Surface se ubica dentro de las tablets más grandes que veremos en el mercado, aunque su peso está muy bien conseguido, y curiosamente, usarlo con dos manos es una experiencia más agradable de lo que cabría esperar. Windows es un sistema que a fecha actual está muy bien pensado para ser usado con dos manos agarrando el producto por los laterales, y esto es algo que se agradece, al contrario que sucede en Android e iOS. No obstante, el uso en su formato tablet estará más destinado a ver vídeos o navegar cómodamente por la web más que lo que se refiere a la propia lectura de libros o revistas, que requieren de un producto más compacto en mi opinión.

La pantalla de esta Surface Pro 3 está a la altura de lo que se espera de ella. Una resolución alta, quizás demasiado para la optimización de las aplicaciones de escritorio, aunque este punto lo valoraremos más adelante. Excelentes ángulos de visión para no tener problemas a la hora de contemplar la pantalla desde cualquier orientación, muy buen nivel de brillo y un gran nivel de nitidez. Cuandos nos acercamos y denotamos el grado de detalle de los iconos por ejemplo, podremos comprobar que Microsoft no ha escatimado en calidad en este aspecto.

Hardware y rendimiento

El modelo analizado cuenta con un precesador Intel Core i5 y 4 GB de RAM, unido a 128 GB de memoria interna. Veremos configuraciones que parten desde un Intel Core i3 con 64 GB de memoria interna, hasta modelos de más de 500 GB y procesadores Core i7 de Intel. El rendimiento, en resumidas cuentas, es sobresaliente, salvando algunos aspectos.

El proceso de carga desde que pulsamos el botón de encender hasta que podemos acceder a cualquier aplicación nos llevará algo así como unos 5-6 segundos, una auténtica maravilla si queremos ponernos manos a la obra con el contenido o nuestras tareas laborales cuanto antes. La carga de aplicaciones es totalmente fluida, navegadores como Google Chrome, pecan de alguna falta de optimización como en el scroll en las diferentes webs que no es todo lo suave que debería, pero son casos más bien aislados.

Cualquier aplicación de Windows Store corre sin ningún tipo de problemas, como no podía ser de otra forma. Algunas como FL Studio cobran todo el sentido en productos de estas dimensiones. Al estar delante de una versión completa de Windows, haremos uso de aplicaciones clásicas de esta plataforma, como editor potentes al estilo Adobe Photoshop, que en mi experiencia, más allá de problemas de resolución y adaptación del contenido a la pantalla, he tenido una experiencia rápida y fluída con la carga de imágenes y diferentes herramientas dentro del mismo, como el uso y manipulación de diferentes capas de contenido.

Donde me he encontrado algún que otro problema es en la reproducción de vídeos desde Youtube. Aquellos detectados como 4K no podían ser reproducidos con normalidad, viendo una serie de “lags” o ralentizaciones contínuas que hacían imposible ver ese contenido. Con vídeos en Full HD este problema desaparece, pero es algo a destacar si nuestra idea es consumir contenido de forma intensa con vídeos de la más alta resolución.

Además de ello, he notado algo más de sonido desde los ventiladores internos de lo que me hubiera gustado. No es que notemos que la temperatura del producto empiece a elevarse radicalmente en nuestras manos, pero puede llegar a ser muy molesto que en situaciones donde estamos tratando de leer tranquilamente o ver una película, el ruido del ventilador pueda llegar a preocuparnos. No es algo rutinario, pero es importante destacarlo en la experiencia con Surface Pro 3.

Experiencia en el uso diario

Me propongo ahora valorar más allá de lo que una hoja de especificaciones puede decirnos, la experiencia misma en el día a día con este producto y las posibilidades que nos ofrece.

El hecho de que se trate de un producto tablet al que podemos unirle un teclado o una base “extra” para diferentes puertos, nos permite algo sumamente importante según el tipo de uso que estemos buscando: movernos con mucha mayor facilidad y soltura que frente a un portátil o convertible con un teclado embutido en el propio hardware del producto. Es un añadido importante que aporta mucho valor para consumir contenido, que es principalmente el uso de tablets.

Algo que también me parece importante destacar de la experiencia diaria son los problemas con la resolución y el tamaño de algunos botones como por ejemplo en Google Chrome, que pecan de ser excesivamente pequeños tanto para ser pulsados con el dedo como para tener que forzar algo más la vista que en productos con menor resolución. Esto es algo solventado en aplicaciones propias de Windows Store, pero no en el resto de apps de Windows. La sensación frente a otro tipo de producto como un Chromebook o un portatil al uso de menor resolución es precisamente que su pantalla y el Full HD Plus, unido a una versión de Windows que seguramente deba mejorar mucho en la optimización de iconos para paneles táctiles, acaba proporcionándonos algunos problemas a la hora de ver con mayor o menor facilidad los textos en la propia web o en aquellas aplicaciones no desarrolladas desde y para Windows Store o Windows 8.

Los iconos en general son demasiado pequeños, y las apps de escritorio y sus fuentes igual. No hay suficiente espacio para los dedos y eso se nota. La vista se fuerza algo más con esta Surface.

El teclado con iluminación es muy bueno, cómodo pese a la no separación en las teclas ya que estas son lo suficientemente grandes como para poder teclear con el cómodamente. Mi experiencia es y ha sido muy buena escribiendo en esta tablet u ordenador, no creo que haya ningún problema en este sentido. Es cierto que hay portátiles con teclados más amplios, pero no es algo que no deje de valorar muy positivamente para lo conseguido de sus dimensiones, peso y comodidad. El poder fijarlo a la parte inferior de la pantalla es muy conveniente para dar estabilidad cuando nos ponemos el producto sobre las rodillas. En ese sentido, y combinado con el kickstand, llega a ser más cómodo el uso en diferentes ángulos de la pantalla que muchos portátiles disponibles en la actualidad.

El touchpad, sin embargo, peca de ser algo pequeño comparado con algunas modelos Mac y Chromebooks que vienen, entre otros incluídos modelos Windows, a hacer la competencia directa de este producto. Si bien no es excesivamente pequeño, si es cierto que me siento mucho más cómodo contando con algo más de margen para los movimientos con una mano en este aspecto, y es algo que realmente no es fácil de solventar dado que el tamaño de la pantalla es que el determinará el tamaño del “cover”. Quizás un aumento de la pantalla hasta 13 o 13,3 pulgadas puede ser la solución, personalmente no vería con malos ojos un aumento si el peso se mantuviera y los márgenes de pantalla fueran reducidos, pese a que perderíamos comodidad en su uso como tablet, que ya está en el límite de lo que puede resultar asequible. Quizás el problema de iconos demasiado pequeños también podría ser solventado con este aumento del panel.

Además, sino adquirimos la base que Microsoft nos ofrece por 190 euros más, debemos tener en cuenta que las entradas de esta Surface Pro 3 pasan únicamente por un puerto USB 3.0, entra mini-HDMI, un lector de tarjeta micro SD y un puerto para cargador propietario. La base adicional no dispara excesivamente el precio, pero si que reduce mucho la comodidad de transportar el producto de un lado a otro, incluso por debajo de la experiencia de un portátil al uso.

Por último, su sonido es bastante claro y nítido, aunque queda en evidencia en lo que se refiere a potencia cuando lo comparamos con portátiles o incluso tablets con mucho menor presupuesto. Algo muy positivo es el hecho de que dos de las salidas de los altavoces se ubican justo en la parte frontal, en una ubicación que será muy dificil, por no decir imposible, de ser ocupada por nuestras manos. Todo un acierto en este sentido.

¿El mejor portátil, mejor tablet o sólo un poco de ambos?

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p> Microsoft ha apostado por un formato arriesgado, al límite de uno y otro mundo tal y como los hemos conocido hasta ahora. El concepto de ”portátil” ha tenido comunmente dimensiones más amplias, aunque a día de hoy aquellos de 11,6 pulgadas son más que usados y conocidos, aunque su uso es, principalmente, destinado a ser un segundo ordenador o ese producto que usamos cuando vamos de viaje o a algún evento. Las dimensiones de la pantalla y el cansancio de la vista frente a modelos superiores así nos lo dictan.

Por otro lado, el modelo de ”tablet” ha variado sus dimensiones desde las 7 pulgadas hasta un número indeterminado, aunque serían las 10 pulgadas el tope máximo conocido. De nuevo, desde Redmond rompen esta barrera con las 12 pulgadas, sabiendo que su uso, ya sea a nivel estético o a nivel de poder usarlo cómodamente con dos manos, será mucho más complicado que en modelos de 7 a 10 pulgadas. El esfuerzo en las dimensiones, peso y formato, así como la adaptación de Windows 8 a ambos márgenes de la pantalla para tener todo en nuestras manos son puntos muy a favor de Surface Pro 3, que reúne cualidades de tablet y portátil todo en uno.

Sin embargo, mis sensaciones son que pese a que Microsoft ha conseguido un gran producto, los usuarios profesionales o más interesados en un producto que pueda servirles a nivel laboral, tendrán más interés en un modelo de mayores dimensiones de pantalla, con un touchpad más amplio y algunos detalles como poder tener la pantalla algo elevada desde la superficie donde lo ubiquemos, a pesar de perder la posibilidad de ser usado como tasblet. Además, como hemos comentado, si tenemos que añadirles una base de carga extra para contar con más puertos y salidas compatibles, la comodidad empieza a verse mermada. Son quizás pequeños contras con relación a los modelos portátiles que podemos ver a día de hoy, pero en un precio de más de 1000 euros para el pack completo de Surface Pro 3 + teclado, considero que el consumidor querrá lo mejor por esa suma de dinero y para un uso determinado.

Por el otro lado, aquellos que piensen en adquirir un modelo tablet para leer, consumir contenido en forma de vídeos e imágenes o música, es posible que adquieran un modelo que les resulte más comodo de transportar, menos pesado y compacto, pese a perder amplitud de pantalla. Los iPad mini, tablets Android incluso iPad Air están consiguiendo dimensiones tan sumamente asequibles a nuestras manos con una amplitud de pantalla suficiente para este tipo de usos, que querer introducirse en este terreno requiere de lo mejor, y Surface Pro 3, pese a estar muy lograda en este terreno, queda por debajo de rivales desde Apple o Samsung.

Ni la mejor tablet ni el mejor portátil, eso si, el mejor modelo si estamos buscando una mezcla de ambos, si podemos sacrificar en uno y otro terreno. Hacer pensar a los usuarios y potenciales consumidores sobre si adquirir un portátil o esta Surface, y de paso no tener que adquirir un modelo tablet aparte para nuestro lado más “entretenido”, es algo muy positivo para la empresa. Microsoft ha conseguido establecer una marca con mucha fuerza, un producto que debe corregir ciertos aspectos para poder perfilándose como un referente para uno y otro mercado. Dicen que en el equilibrio se encuentra el éxito, y es precisamente donde Microsoft debe seguir escuchando a los usuarios.

Puntos positivos

– Diseño y dimensiones muy logradas, el Kickstand es una herramienta imprescindible a día de hoy. “Cómoda” de usar pese a sus grandes dimensiones como tablet.

– Una pantalla de calidad, resolución sobresaliente.

– El rendimiento está a la altura de la mayoría de equipos potentes para empleo y uso laboral. Carga de aplicaciones, de sistema y fluidez impecables, excepto en algún que otro aspecto

– Windows 10 reforzará enormemente el tipo de formato tablet-convertible

Puntos negativos

– La resolución y la adaptación de las aplicaciones de escritorio a paneles táctiles tiene aún mucho recorrido, es necesario forzar la vista algo más que en portátiles de un tamaño de 13 o 13,3 pulgadas, grandes competidores de Surface Pro 3.

– Ruido interno de la tablet en demasiados momentos de la experiencia diaria

– A caballo entre dos mercados, tablet y portátil, no es de lo mejor en ninguna de las dos experiencias y su mercado es de momento más reducido en este sentido.