Nueva actualización importante para Windows 10, ¿qué cambios trae?

Microsoft ha vuelto a liberar una nueva actualización para Windows 10 en menos de dos semanas desde que este nuevo sistema operativo fuera lanzado oficialmente a lo largo de todo el mundo. Y es que a día de hoy son muchos los usuarios que han dejado de lado Windows 10 una vez instalado, para volver a Windows 7 u 8.1 por los posibles errores y fallos de incompatiblidad que albergaba.

Desde Redmomd no han comentado cuáles han sido los cambios que llegan con esta actualización, aunque han dejado claro que se trata de una actualización acumulativa, por lo que si no hemos instalado la anterior versión, la actualización que llegaba la semana pasada, no importa, con esta recibiremos todos y cada uno de los errores corregidos y mejoras que veíamos anteriormente.

Entendemos que la actualización llega para mejorar el rendimiento general y borrar del mapa gran parte de los errores que pueda haber en la experiencia con diferentes componentes, procesadores, tarjetas gráficas y demás, así como para dotar de una mayor estabilidad al sistema.

Con la última actualización, un servidor pudo comprobar como Microsoft Edge recibía algunas correcciones importantes, ya que esta aplicación forma parte del sistema y por tanto, se engloba dentro de los posibles destinos de la actualización, como es de suponer. Fallos que incluían desajustes por ejemplo a la hora de elaborar los artículos de WinPhone metro y que no sucedían en el resto de navegadores.

Como siempre, para poder recibir esta actualización, deberemos tener instalado Windows 10, ir a Configuración>Actualizacion y seguridad> Windows Update, y buscar actualizaciones, si es que el sistema no ha encontrado ya la actualización y la tiene lista para reiniciar el ordenador y efectúar los cambios.

Microsoft tiene claro que las primeras semanas desde el lanzamiento de una versión son claves para mantener una buena imagen de cara al usuario, escuchas que “se están corrigiendo errores cada semana” puede ser un alivio y soporte para que muchas personas den finalmente el salto sin volver atrás, y eso es precisamente lo que Windows 10 debe poder conseguir. De no hacerlo, la estrategia de Microsoft tendrá que volverse mucho más agresiva.