Nueva generación de consolas, ¿apostar por la potencia gráfica?

Cuando fueron presentadas Xbox One y Play Station 4 muchos se alegraron que la nueva generación de consolas salieran a un precio tan rompedor si lo comparábamos con los modelos que sustituyen. Pese a que ambas consolas han sido todo un éxito a nivel de ventas, es cierto que no han cumplido uno de los objetivos de nueva generación, siendo el de jugar con una mayor calidad de gráficos.

La generación actual salió “muerta” en este apartado, ya que cuando salieron no contaban con lo último en hardware y se ha notado desde el primer día que no han podido hacer frente a un PC de gama media para jugar. Esta decisión de no contar con lo último en hadrware benefició el que salieran con un precio mucho más atractivo pero ahora parecen haberse dado cuenta que se han quedado obsoletas en tan poco tiempo que la diferencia con un PC “decente” es abismal.

Es por eso que tanto Sony como Microsoft ya preparan un nuevo modelo centrándose, esta vez sí, en la potencia gráfica con sus futura PS4 Neo y Xbox One “Scorpio” ya que pretenden mejorar de manera significativa a las actuales. En el caso de Sony su nueva consola pasaría de los 1,80 TFLOPS aprox. a unos 4 TFLOPS, es decir doblaría la potencia de cálculo en simple precisión.

Por su parte la futura Xbox One “Scorpio” mejoraría enormemente pasando de unos discretos 1,3 TFLOPS a rondar los 6 TFLOPS. Ambas consolas montarán un SoC AMD de nueva generación con el proceso FinFet de 14 nanómetros, posiblemente bajo la arquitectura Polaris 10 que ya hemos visto de lo que es capaz en una Radeon RX 480 o quien sabe si en el caso de Xbox One “Scorpio” montaría arquitectura Vega, siendo ésta la gama alta de verdad de AMD que prepara para antes de que acabe el año.

Evidentemente este incremento de potencia mejorará y mucho la calidad gráfica, permitiendo ahora sí el poder jugar a resoluciones 4K, aunque toda potencia se acaba pagando y esta nueva generación de consolas tendría un precio elevado, rondando los 600 euros, algo que ya se acerca a tener un PC decente para poder jugar más que bien a todos los juegos con detalles en calidad alta. La pregunta es clara, ¿deben apostar las nuevas consolas por la potencia gráfica aunque les haga incrementar considerablemente el precio?