Ayer mismo, como suele ser habitual cada segundo martes de mes, llegó una nueva actualización de Windows 10, tanto para PC cómo para móvil. Y hemos notado un cambio en el comportamiento de las actualizaciones que parecen intentar que ningún usuario deje su ordenador sin actualizar. Así, hemos observado cómo se utiliza el centro de seguridad de Windows Defender (que se ha convertido en un centro de acciones, parecido al que teníamos en Windows 7), para avisar de esta circunstancia.
Así, como podemos ver en la captura que está al comienzo de la página, lo primero que notamos es que el icono de la barra de tareas cambia de un check verde, a una aspa roja, para llamar la atención e indicar que hay algo que requiere nuestra atención. Para todos aquellos que estamos acostumbrados a verlo con el check verde, ya llama la atención. Entrando en la aplicación podemos ver lo que está alarmado es el apartado de rendimiento y estado del equipo. Nos indica que Windows reclama nuestra atención para actualizar el dispositivo. Si queremos mayores detalles, pulsamos sobre ese apartado, y vemos lo siguiente.
Ahí podemos comprobar que es sólo Windows Update quien nos reclama, y no existe algún otro aspecto importante que tengamos que atender, como la ocupación del dispositivo, controladores, etc. Así, que pulsamos en abrir configuración y nos vamos a Windows Update. Ahí podemos leer el siguiente aviso.
Como vemos, Microsoft se ha puesto algo más estricta, y nos avisa que nuestro ordenador no tiene los últimos parches de seguridad activados. Y que como consecuencia de ello el equipo está en riesgo de que algún virus pueda aprovechar algunos de los problema de seguridad parcheados para tomar el control de nuestro ordenador. Entendemos que este cambio lo están realizando vistas las consecuencias de la propagación de WannaCry y cómo se pudo propagar debido a que multitud de ordenadores no se encontraban actualizados.
¿Qué te parece esta nueva política de Microsoft y sus avisos?