Han pasado ya unos días desde la presentación de un primer avance de Windows 10. Y digo un primer avance porque realmente aún no hemos visto ni la mitad de todo lo que esta nueva versión del sistema operativo incoporará en su versión final. Sin embargo, hay algo que llamó poderosamente mi atención y que creo que puede ser uno de los éxitos de esta remodelada plataforma: Continuum.
Ya os lo avanzábamos poco después de la presentación. Continuum no es sino un proceso mediante el cual la interfaz Modern UI y Escritorio convergen para adaptarse a dispositivos con teclado y ratón y que además cuentan con panel táctil. Pongamos por caso que tenemos una Surface Pro 3, con la cual estamos consumiendo contenido en forma de vídeos de Youtube o leyendo algunos artículos para mantenernos al día. Pero llega el momento de ponerse a trabajar, así que incrustamos el maravilloso teclado desarrollado por Microsoft y un ratón que nos haga ser aún más productivos. Pues bien, justo en ese momento, nos aparecerá una pequeña notificación en una de las esquinas de la pantalla, indicándonos si queremos pasar de una interfaz táctil al formato de escritorio y… ¡tachan!, en un proceso muy fluído y atractivo, veremos como nuestra interfaz se transforma en la misma pantalla que tendríamos en un ordenador, con el nuevo Menú de Inicio incluído.
Qué mejor que ver el vídeo para que os hagáis una idea exacta de su funcionamiento:
Si bien es cierto, tal y como comentó Joe Belfiore, esto es una pequeña exploración a nivel visual, la parte técnica aún está por ser desarrollada, pero es sumamente interesante que Microsoft ya tenga estos proyectos en mente. Justamente uno de los principales quebraderos de cabeza para la empresa de Redmon era el hecho de cómo adaptar un formato de producto como los convertibles, que pasan de un formato de ordenador portátil a un formato tablet en cuestión de segundos, sin que el usuario viera perjudicada la experiencia.
Con Continuum, Microsoft podría tener muy bien resuelto este importante “inconveniente”, y si consigue que la transición de una interfaz a otra sea de una forma fluída y cómoda para el usuario, puede ser una de las mayores innovaciones en un sistema operativo tal y como lo conocemos a día de hoy. Veremos cómo avanza esta idea y si finalmente acaba convertida en una nueva funcionalidad de Windows 10.