Fitbit Charge: Análisis en vídeo de la pulsera y de su aplicación para Window Phone

Fitbit es sin duda una de las empresas que más tiempo lleva desarrollando productos dirigidos exclusivamente a monitorizar la actividad física. La firma estadounidense ha sabido además complementar con unas buenas aplicaciones para smartphones, que sirven para recoger e interpretar todos esos datos que recoge la pulsera, ya que de no ser así dicho wearable no serviría para nada.

El pasado año fue complicado para la compañía, ya que tuvieron que retirar del mercado uno de sus productos denominado Fitbit Force. A pesar de ello, decidieron lanzar a finales de 2014 nuevas pulseras de actividad, Fitbit Charge, ChargeHR y Fitbit Surge.

Aprovechando el tirón que tienen este tipo de productos hoy por hoy en el mercado, hemos decidido analizar el primero de ellos, Fitbit Charge, además de para comprobar y analizar cómo funciona su correspondiente aplicación para la plataforma Windows Phone, que como sabéis llegó un poco más tarde que al resto de plataformas.

Sin más, os dejamos ya con el análisis de la Fitbit Charge,¡no os lo perdáis!

Características y especificaciones técnicas

La Fitbit Charge está realizada en un material de plástico denominado por la empresa como elastomero elastómero flexible, similar al utilizado para las correas de los relojes deportivos. Cuenta con una pequeña pantalla OLED en el que veremos la hora, así como el resto de aspectos que es capaz de medir la Fitbit Charge, y que veremos pulsado el botón lateral o bien dando dos toques sobre el dispositivo.

La pulsera cuenta con un detalle metálico, que tras estos días comprobé que no estaba tan bien incrustada en la propia pulsera como creía en un primer momento, como comprobaréis en el propio vídeo análisis. La misma cuenta con dos enganches de acero inoxidable de calidad quirúrgica.

Está disponible en la página de la compañía en varios colores, pizarra, burdeos, azul y negra, así como en varios tamaños. La más pequeña, para muñecas de 13,97 a 17,02 cm, grande, para muñecas de 16 a 20 cm, y extragrande, para muñecas de 19,3 a 23,11 cm.

Todas tienen la misma anchura, 2,11 y un peso de alrededor de 23 gramos. Es resistente hasta una profundidad de 10 metros (1 atmósfera), hasta una altitud máxima de 9.144 metros (dispone de altímetro) y funciona entre -20º y 45º Centígrados. Respecto a la batería, desde Fitbit prometen una autonomía de hasta 7 días.

En cuanto a memoria, es capaz de guardar datos de hasta 7 días de monitorización con todo detalle, minuto a minuto, y hasta un total de 30 días de los totales diarios. El dispositivo se sincroniza automáticamente y de forma inalámbrica con tabletas, ordenadores y dispositivos móviles, en ellos con la plataforma Windows Phone, utilizando la tecnología Bluetooth 4.0, pudiendo distanciarse del teléfono hasta 6 metros.

Precio

La Fitbit Charge está disponible en la propia página de la empresa a un precio de 129,95 euros. En la tienda de Amazon lo podemos encontrar desde 96 euros. También está disponible en PC Componentes desde 110 euros, Rakuten desde 115,35 euros y MediaMarkt desde 96 euros. Como podemos comprobar el precio varía enormemente entre las distintas tiendas.

Análisis en vídeo

Conclusiones

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p>Fitbit Charge es sin duda una de las mejores opciones del mercado en cuanto a pulseras de monitorización de actividad física. Hay que tener en cuenta que la pulsera no va dirigida a deportistas de élite, sino a aquellas personas que hagan algo de deporte y que busquen cierto control sobre su ejercicio diario, así como de los alimentos ingeridos, agua consumida y de la calidad del sueño. Como vengo haciendo habitualmente, comentaré los aspectos que considero positivos y negativos del dispositivo.

Puntos positivos

Precisión: Tras estos días puedo asegurar que los datos recogidos por la Fitbit Charge son realmente fiables, incluso los relativos al sueño, algo que me pareció asombroso, ya que fue capaz de registrar tanto el momento la hora a la que me iba a dormir y a la hora que me desperté.

Batería: Prometían desde Fitbit 7 días de autonomía, un hecho que no solo confirmé, sino que incluso superó, ya que en mi caso llego a los 8 días, eso sí, pidiendo que lo cargase. En este aspecto hay un pero, y es que no cuenta con un cargador microUSB, sino que se trata de un cargador propio, aún así viendo la autonomía que ofrece se lo perdonamos.

Puntos negativos

Pantalla: Su pequeña pantalla OLED se ve perfectamente, incluso con luz solar directa, sin embargo, en mi caso y tras una semana de uso se ha girado ligeramente hacia la izquierda, que sin duda me ha parecido algo extraño y un poco molesto.

Precio: Personalmente creo que es un poco cara, si tenemos en cuenta lo que son capaces de hacer pulseras similares de otras marcas. También teniendo en cuenta que el modelo superior, Fitbit Charge HD, está disponible por 20 euros más, contando además con sensor de ritmo cardíaco.

¿La recomendaría? Sí, sin duda. Sobre todo aquellos que compren un medidor de actividad física diaria por primera vez, eso sí, tened en cuenta que es un modelo relativamente antiguo y que a lo largo de este año veremos muchas novedades en este mercado de wearables.

¿Qué os parece la Fitbit Charge? ¿Lo comprarías?