Personalmente tenía muchas ganas de poder probar un producto conocido como el “Chromebook de Windows 10”. Para los que no conozcáis los Chromebooks, decir que se trata de una gama de portatiles fabricadas por las empresas más grandes del hardware (Samsung, HP, ASUS o el mismo Acer) que cuentan con tres factores diferenciales: rendimiento web, precio y uso de la nube como almacenamiento.
Microsoft tenía claro que el nicho de la gama baja de portátiles no podía dejarse en manos de cualquier tras la caída de los netbooks, que ahora han pasado a mejor vida. Por ello, con la ayuda de Acer, decidieron llevar a buen puerto la idea de portátiles asequibles con Windows 10. De aquella unión nacieron los Acer One Cloudbook 11 y 14.
Lo primero que hice nada más poder poner las manos encima de este portatil, en este caso de 11,6 pulgadas, fue observar por encima su diseño, su pantalla y el rendimiento o experiencia general que podría ofrecerme en el día a día, gracias también a su teclado y touchpad.
En cuanto a su pantalla, resolución HD y unos ángulos de visión muy mejorables. No estamos delante de un producto convertible, que vayamos a mirar desde cualquier ángulo como el Aspire R11, pero a la mínima que cambiemos el ángulo para ver su pantalla la pérdida de color, intensidad y brillo es evidente. Buena nitidez si, más que suficiente en este tamaño, pero revisar tendrían la calidad final de ese panel. No obstante para el día a día y a este precio, es algo que puede pasar.
En cuanto a su teclado y touchpad nos encontramos ante dos muy buenas herramientas muy bien elaboradas. Teclas normales,suficientemente amplias y espaciadas para escribir sin ningún tipo de problema durante horas, con un recorrido de las teclas “correcto”. Su touchpad, muy generoso, de hecho tan generoso que la sorpresa fue muy positiva habiendo probado otros productos de 11,6 pulgadas y touchpads ridículamente pequeñas. Buen punto a favor de Acer.
Su rendimiento final, al cual sólo pude sacar las cosquillas durante algunos minutos, me pareció más que correcto. Aunque eso sí, tengamos en cuenta el tipo de producto que es y al tipo de usuario que irá dirigido. Reproducir vídeos a Full HD o superior, editar vídeo, procesamiento de imágenes con Photoshop, carga de 8-9 pestañas de Chrome a la vez… tareas todas ellas que no podemos pedir a estos CloudBook, para navegar, usar Office a cierto nivel, usar cortana, ver películas y escuchar música es un producto suficiente, pero no para sacar demasiado rendimiento de él.
Por último su memoria interna, quizás el principal pero de estos portátiles. 32 GB para el modelo de 11,6 pulgadas y 64 GB para el modelo de 14 pulgadas. Quizás para el segundo es “entendible” y asumible, pero para el primero de ellos, teniendo en cuenta que Windows 10 nos quitará de inicio 10 GB, el uso que podremos hacer es muy limitado. No obstante, contamos con USB, micro SD y 1TB gratuito de One Drive para paliar esta carencia.
Los Acer Aspire One Cloudbook llegan al mercado español ya mismo en los dos tamaños mencionados por precios idénticos a los de los respectivos Chromebooks de Acer, 239 euros el modelo de 11,6 pulgadas y 299 euros el modelo de 14 pulgadas.
Como siempre, esperamos poder contar con una muestra de producto para analizar en profundidad la experiencia con estos portátiles tan asequibles.