La aplicación de mensajería por excelencia del nuevo milenio, Whatsapp, que fue el curso pasado adquirida por el gigante Facebook, ha decidido mediante su fundador Jan Koum cerrar la puerta a su clásica suscripción del servicio por pago anual que vería la luz un tiempo después de su salida al mercado y que provocó algunas huídas hacia otros modelos como Telegram.
Sin embargo, parece que el modelo de pago anual no está dando todos los resultados que se esperaban, o más bien, no es la imagen de marca que quieren lanzar a los usuarios. Whatsapp debe ser visto como la herramienta de comunicación por excelencia en este mundo conectado, una nueva necesidad básica cuyo uso debe ser garantizado de forma gratuita, o al menos así quieren mostrar se.
¿De dónde saldrá el dinero para Whatsapp entonces?
Durante este año probaremos una nueva herramienta que permitirá a los usuarios interactuar directamente con las empresas y organizaciones con las cuales quiera tener relación como bancos y otros negocios.
De esta forma, la idea para el equipo de Whatsapp es comenzar un nuevo modelo de financiación que integre a empresas, emprendedores y consumidors en un mismo ecosistema, pudiendo realmente vender de forma mucho más directa una conexión directa con los usuarios que únicamente con llamadas molestas podrían conseguir. Es un modelo realmente interesante que aún tiene mucho camino por delante, pero la idea de que todos los actores estén incluídos en una misma aplicación de mensajeria puede tener puntos a favor y en contra tanto para la propia emrpesa Whatsapp, para los negocios que vean una nueva forma de comunicación “viable” y consumidores, que puedan ver una intrusión importante en este nuevo modelo.
Para los usuarios de Whatsapp, esta suscripción por pago debería eliminarse inmediatamente en los próximos días, aunque aún deberemos esperar para que todas las opciones y referencias a incluir pagos dentro de la aplicación desaparezcan mediante una actualización pertinente.
Veremos qué nos depara el pupilo de Facebook, pero todo hace indicar que los modelos de negocio y empresa están cambiando muy rápidamente y con las posibilidades de las nuevas tecnologías, si no consigues adaptarte, es posible que acabes quedándote fuera del pastel. Algo que ni Whatsapp ni Facebook van a permitir, claro está.
