Hace cerca de 4 años, fue lanzada al mercado la Xbox One, una nueva generación de la consola de Microsoft que incluso era 100 dólares más costosa que la PS4, lo cual dificultó un poco sus ventas en un inicio. Luego se lanzó una versión sin el Kinect, para abaratar su precio y lograr competir en el mercado.
Con el tiempo, hemos visto cómo definitivamente el Kinect ya no es una prioridad para Microsoft, pues tampoco lo es para los usuarios. Hace un año, se lanzó la Xbox One S, una versión más ligera y potente, que logró de inmediato colocarse en el gusto del público hasta la fecha.
Pero, luego del anuncio del inicio de las reservas de la Xbox One X, incluida su edición Project Scorpio, al mismo tiempo se han detenido las ventas de la Xbox One, dejando solamente unas pocas unidades restauradas (refurbished) a la venta.
La Xbox One original simplemente ha “desaparecido” de la Tienda de Microsoft en Estados Unidos, dejando solamente unas pocas unidades restauradas en venta por un precio de 199 dólares, mientras que en la web española ni siquiera esta versión aparece.
Mientras que, por otro lado, la Xbox One S sí se sigue vendiendo, incluyendo varios bundles. De hecho, también en el Gamescom se presentó una edición especial de esta consola con un diseño basado en Minecraft, por lo que su vida puede que se extienda un poco más.
No es de sorprender esta decisión de Microsoft, pues lo mismo ocurrió con la Xbox 360 en cuanto apareció la Xbox One S, simplemente dejó de venderse y podías conseguirla hasta en unos 100 euros en las tiendas.
También, tomando en cuenta que la Xbox One X ya agotó su stock en Amazon, lo que significa que será un éxito de ventas, es lógico desplazar las viejas generaciones para así dedicarse a la distribución de la nueva consola.
Si nunca pudiste hacer de una Xbox One, sería una buena oportunidad de adquirirla sin gastar tanto como en la Xbox One S o la Xbox One X, pues, aunque ya no sea producida, podrás seguir disfrutando de las funciones y catálogo de títulos que existen a la fecha.
Fuente | The Verge