Al leer el título del artículo seguro que pensáis que igual no tiene mucho que ver con el blog, pero lo que quiero es compartir con vosotros una experiencia que he tenido recientemente. Así, he tenido que recomendar a un amigo que no conocía mucho sobre ordenadores, sobre el equipo que iba a comprar para empezar un curso y me he encontrado que no ha sido una tarea nada sencilla. Porque no sólo entran en juego las características del equipo, sino luego, una vez que lo decides, dónde comprarlo.
Para la tarea, y ya que quería asesorarlo lo mejor posible, tuvimos que partir de sus posibles usos. Para ello, hicimos una lista de si utiliza Office, de si necesitaría una pantalla táctil o no, de si utilizaría el lápiz, así como qué otros programas serían necesarios para su día a día. Para que fuera fructífera la reunión con mi amigo, ambos habíamos pensado situaciones de uso. Yo en general, y mi amigo con la idea que tenía de uso. Y aun así, nos llevó un buen rato hacer la lista.
Según su uso, hice una lista de requisitos y empezamos a buscar por internet en diversas tiendas modelos que los cumplieran. De esa forma hicimos una nueva lista, y a partir de ella nos quedaba ya decidir dónde comprarlo, si en una tienda online, o en una física.
Todo este proceso me ha hecho reflexionar cómo ha cambiado nuestra forma de comprar, así como ahora tenemos una cantidad de información que a mucha gente le abruma y que a veces le hace imposible tomar una decisión correcta. Me puse a buscar y me encontré este post de 1and1 sobre el exceso de información que resume muy bien lo que sentí en esos días. En esta era pensamos que cuanta más información mejor, pero ¿no nos estaremos pasando y saturando?
Y pensar en vuestro día a día, cuánta información tenéis que tratar para tomar decisiones y cómo sobrecarga a mucha gente. Así, incluso para decidir compras cotidianas tenemos exceso de información. Y algunas personas echan de menos una vida más sencilla y con menos cargas, ya que empieza a notarse cómo un exceso de información y por lo tanto una toma de decisiones cotidiana produce estrés.
Y, también, debido a la situación actual, la competencia ha crecido considerablemente, ya que ha dejado de ser algo local a algo global. Y, la gran mayoría de los usuarios, si conocen un producto lo seguirán usando aunque aparezca un competidor que puede que incluso sea mejor. La gente está cansada de tener que buscar y decidir, y si algo les funciona, son pocos los que quieren experimentar con algo distinto.
Y justo esto es algo que hemos visto bien con Microsoft. Cómo Microsoft no ha conseguido hacerse un hueco con su sistema móvil y con noticias de cómo se va a abandonar Groove Music y cómo, lo que está haciendo, es apostar por nuevos sectores en los que intentar llegar de los primeros, como con todo el software que llegará con Windows Mixed Reality.
¿Llegaremos a estar tan saturados que nos inventaremos una inteligencia artificial para que decida por nosotros?