La ausencia de nuevos terminales en el Mobile World Congress se explica desde la idea de que todo lanzamiento incluye la última versión del sistema operativo. En este caso se trataría de Windows Phone 8.1 por lo que se esperan varios dispositivos coincidiendo con la Build de esta primavera. Pese a todo, la exasperante lentitud de esta plataforma al distribuir nuevos terminales ha supuesto que los phablets presentados en octubre se vieran como novedades en el stand de Nokia. De hecho su comercialización en España no ha hecho sino comenzar y, si hablamos del Nokia Lumia 1520, a un precio habitual en terminales recién revelados. La duda es, ¿cuánto tardará en bajar de precio una vez lleguen los nuevos Windows Phone 8.1?
Es justo reconocer que si el mercado ve aceptable cobrar en torno a 700 euros por un Samsung Galaxy S5 o un iPhone 5s, no hay motivos para no adjudicar ese precio a un Nokia en muchos casos superior a dichos terminales. Aún así, la realidad que impone ese mismo mercado y que inexorablemente ha afectado a todos los móviles de la plataforma, dicta que mes a mes iremos viendo como el precio de tan impresionante terminal irá decreciendo. Si a la cíclica depreciación (fruto del desconocimiento de los compradores) sumamos el anuncio de nuevos terminales, es muy probable que seamos testigos de un severo descuento respecto del importe actual.
Ahondando en cuánto puede afectar el lanzamiento de nuevos terminales, encontramos motivos más o menos importantes pero que se deben tener en cuenta antes de realizar un gran desembolso. Junto con Windows Phone 8.1 esperamos ver terminales con teclas virtuales en pantalla, pantallas con resolución 2K, 3 GB de memoria RAM e incluso cámaras Lytro. Esto supone grandes cambios en diseño y especificaciones, pero a ello se sumaría la probable llegada de una versión global del Nokia Lumia Icon, que dispondría de especificaciones similares a las del phablet que nos ocupa pero con un tamaño más idóneo para la gran mayoría.
Visto así parece que todo juega en contra del Nokia Lumia 1520, ¿verdad? Pues pese a todo, debemos reconocer que hay motivos para recomendar su compra en lugar de esperar. Nada indica que en Microsoft tengan pensado paliar las carencias que sufre su modelo de distribución y siempre habrá mercados prioritarios que en ningún caso parecen incluir países de habla hispana. Es por ello que el anuncio de un terminal de sorprendentes especificaciones supondrá también el no poder adquirirlo hasta pasados unos meses. Si a esto le sumamos el que ya aparecen ofertas en torno a los 500 euros en reconocidas tiendas de venta on-line, creo que quien busque adquirir un tope de gama sin demora no debería dudar en comprar este phablet.
Una vez más debemos asumir qué necesitamos y cuándo lo necesitamos. Esperar unos meses no hará sino facilitarnos nuevas filtraciones sobre mejoras futuras y entraríamos en un bucle sin fin. Además, en función de cómo y cuándo lleguen futuros terminales, puede darse el caso que el logo Nokia desaparezca en ellos, situando al Lumia 1520 como el mejor Nokia jamás fabricado. ¡Casi una pieza de coleccionismo!
¿Esperaréis a que su precio baje más o ya habéis decidido comprarlo?