En el pasado ya hemos comentado determinadas carencias del ecosistema formado por Windows RT/8.1 y Windows Phone 8 a la hora de publicitarse y darse a conocer. Si nos centramos en los precios, vemos que el sistema operativo móvil no goza de la estabilidad necesaria que permita al usuario reconocer por su precio el tipo de terminal que tiene delante.
En la foto principal podéis ver un claro ejemplo de la desinformación reinante en los distribuidores. Si en la imagen no se viese el teléfono muchos seguro que no sabríais qué modelo es el HTC Accord Blue W8, menos aún si reparáis en ese sistema operativo llamado Windows Mobile 8 que indica la tarjeta (des)informativa. Pero por duro que sea ver en 2014 un Windows Phone 8X by HTC con su nombre de prototipo, todo queda en segundo plano cuando vemos el desorbitado precio que le asignan.
El modelo taiwanés ya se vendía por 300 euros hace casi un año y actualmente podemos verlo en Amazon por poco más de 200. Pero Amazon tampoco se libra del caos en los precios, y un claro ejemplo es el Samsung ATIV S. El terminal coreano también llegó a estar en torno a los 200 euros, para recientemente desaparecer y finalmente regresar costando casi el doble que hace un mes.
La errática política de precios no es exclusiva del mercado español o de los vendedores on-line y también afecta al fabricante finlandés. En la foto podéis ver que en México hay un importante operador que parece pensar que un Nokia Lumia 920 debe costar mucho más que un Lumia 925 y casi tanto como un Lumia 1020. Ciertamente es un caso peculiar cuando lo habitual es que un modelo tan antiguo en esta plataforma se vea fuertemente devaluado incluso a los pocos meses. Lo que podría ser una simple anécdota roza el absurdo cuando vemos el precio al que siguen ofertando el Nokia Lumia 900 con Windows Phone 7.x.
Es compresible que cuando se acaba el stock de un modelo podamos ver disparidad en los precios dependiendo de la necesidad de cada distribuidor, pero las fuertes rebajas que hemos visto en la plataforma generan mucha confusión en los posibles compradores. Bastan unos pocos meses de diferencia entre la presentación de dos modelos de Nokia para ver al segundo con un precio igual o superior pese a tratarse de un terminal de gama inferior. Esto puede llevar a que el comprador mal informado se sienta engañado tras gastar varios cientos de euros en un terminal o que el usuario informado retrase la compra convencido de que en poco tiempo ahorrará una importante cantidad.
Tal vez la inminente llegada de la actualización a Windows Phone 8.1 revalorice temporalmente los terminales actualmente a la venta pero poco después es muy probable que un gama baja como será el Nokia Lumia 630 se sitúe a un precio mayor que terminales con mejores especificaciones o, por ejemplo, al mismo precio al que estará todo un phablet como el Nokia Lumia 1320. Por si fuera poco, la tardanza en la distribución de modelos ya anunciados tampoco ayuda.
¿Creéis positivos o negativos los actuales precios y sus continuos cambios en Windows Phone?