Ubicar en el mercado los productos Surface de Microsoft no es todo lo fácil que parece en principio. Os he contado mi experienca con un modelo Surface Pro 3, y la problemática de competir tanto en el nicho de tablet como en el de portátiles, sin ser el mejor modelo para ninguno de los dos mercados. Sin embargo, sí queda claro que son productos pensados para ser productivos, para darnos ese rol de “creadores de contenido”. Word, Excel, Photoshop, FL Studio y un sin fín de programas para multitud de artistas y personas que requieren de una gran herramienta para hacer su trabajo.
Y en este “pack” que Microsoft trata de introducir cada vez más y mejor en el mercado, hay un pequeño protagonista, un compañero que para nuestros apuntes y bocetos ha sido esencial durante años, pero que con el uso del formato digital pasó a un segundo plano: Surface Pen, el stylus de los productos Surface. Lo he probado, he dibujado y escrito durante unas semanas, os cuento mi experiencia
Lo primero que hago nada más coger el “lápiz” es pulsar ese botón violeta que asoma en la parte más alta del producto. Abrir rápidamente una nota desde este botón es sumamente rápido y funciona a la perfección, si queremos tomar una nota rápida o dibujar algo que se acaba de venir a nuestra mente, el sistema ideado es formidable. Después, todas las notas serán guardadas en la pestaña “Notas rápidas”, y podremos gestionarlas o editarlas en nuestros paneles de OneNote. Esto funcionará con la pantalla apagada o con ella encendida, indistintamente.
Me propongo entonces escribir como si se tratara de un cuaderno, y lo primero que aprecio es el puntero sobre la pantalla. La respuesta es excelente, aunque a la hora de escribir se nota mínimamente un cierto retraso con respecto al movimiento del lapicero, pero apenas inapreciable y para nada enturbia la experiencia. La suavidad y rapidez a la hora de escribir es una delicia, sin más, una forma casi perfecta de trasladar nuestros bolígrafos BICs de toda la vida a un formato novedoso, asentado a día de hoy, pero que el mercado tablet aún no había conocido a este nivel.
De poder escribir sobre plano, como un cuaderno, la experiencia es muy buena. Es cierto que personalmente no consigo escribir tan claro y limpio como en un cuaderno normal, pero el parecido es muy razonable, con la salvedad de que podremos borrar contenido, crear con diferentes colores, formas, y todo ello sin gastar ni un ápice de tinta. Para bocetos, pequeños apuntes, incluso con renglones o cuadrículas si queremos, es un extra que merece la pena.
Tendremos un botón de “borrar” y otro para “seleccionar”. En primer lugar, la colocación de ambos es buena, cómoda en el uso diario. En segundo lugar, veo algunos inconvenientes con su implantación a la hora de usarlo. Por ejemplo, el primero de los botones tiende a eliminar más contenido del que nos gustaría, borrando sílabas o incluso palabras enteras con un movimiento muy pequeño sobre una letra, o figuras enteras que el sistema detecta como un todo. Por otro lado, el botón de seleccionar y su funcionamiento no es todo lo intuitivo de primeras a lo que podría ser, pero acabamos cogiéndole el truco. No obstante, creo que es mejorable la experiencia de copiar, cortar o mover un contenido de una lugar de la hoja a otro.
En lo que se refiere al uso junto con la Surface 3, no puedo negar que me gustaría contar con el mismo ”kickstand” o soporte trasera que la Surface Pro 3, creo que mejora la experiencia de poder apoyarnos sobre el producto sin tener que tenerlo totalmente sobre plano, pero es un uso muy similar en uno y otro producto.
¿Me compraría Surface Pen? Depende de mis necesidades. Si eres una persona a la que le gusta seguir contando con la posibilidad de hacer ciertos dibujos, dar forma a sus ideas y conceptos o incluso, quiere que los pequeños de la familia puedan entretenerse, tienes que comprarlo. Personalmente, como usuario hace unos meses de una Surface 2, nunca vi la necesidad de tener un Surface Pen, pero tras probarlo, y si el precio fuera algo más reducido, creo que acabaría poniéndole las manos encima por la gran variedad de posibilidades que ofrece y el buen trabajo que Microsoft ha dedicado en esta experiencia tan clásica, y tan olvidada para el consumidor medio.