La gama Surface fue desde el primer momento una incógnita alrededor de Microsoft. Desde Redmond nunca habían entrado por cuenta propia en el mercado de hardware con Windows, una plataforma que conocen al dedillo. Sin embargo, hace años, con los primeros modelos Surface Pro y Surface RT, el gigante daba un paso al frente, y es que si Google tiene su programa Nexus y Apple sus iPad y Macbook, ¿por qué no debería Microsoft plantear su propia idea del producto idóneo para su propia plataforma?
Con el abandono del fallido intento de Windows RT, una versión capada de Windows que no convenció desde el primer momento a los usuarios, y el lanzamiento de Surface 3 y Surface Pro 3, Microsoft parece haber tomado una senda de éxito, de calidad, con materiales premium y una experiencia sin igual en lo que se refiere a convertibles.
Por eso, personalmente, siempre estoy al tanto de lo que Microsoft pueda seguir presentando dentro de esta gama de productos tablets o convertibles Surface, y parece que le llega el turno a las nuevas Surface Pro 4. Efectivamente, digo “nuevas” porque según algunos medios, podríamos ver más de un modelo de Surface Pro 4 en el mercado este mismo año.
Si bien el curso pasado Surface Pro 3 presentaba un modelo extraordinario, muy completo aunque no sin falta de carencias, con un panel de 12,5 pulgadas, este año Microsoft podría plantear varios modelos: uno con 12 pulgadas aproximadas y otro de mayor tamaño, entre las 13 y las 14 pulgadas.
Desde mi punto de vista, este movimiento sería totalmente acertado, ya que en mi experiencia tanto con portátiles al uso, ultrabooks, tablets y convertivles, estas 12,5 pulgadas pueden llegar a hacerse pequeñas si usamos Surface Pro 3 para trabajar en el día a día, mientras que un tamaño de 13,3 pulgadas se hace, cuando menos, más asequible para el entorno laboral, incluso sin necesidad de conectar un monitor externo.
Pensemos que si un consumidor piensa en comprar una Surface Pro 3, que se encuentra con un precio aproximado de unos 800-900 euros (teclado incluído), la probabilidad de que mire otros muchos equipos y modelos será superior, ya que el precio a pagar es considerable y no nos lanzaremos a cualquier producto por bueno que sea. En este sentido, los portátiles de Apple incluso ultrabooks con Windows pueden resultar de mayor interés simple y llanamente por ser más cómodos para trabajar con su pantalla, así como por un mayor tamaño de su touchpad, ya que el teclado podría ser superior gracias al aumento en las dimensiones del productos. Fue precisamente el touchpad el causante de que en mi experiencia, prefiriera un Macbook de Apple o un Dell XPS 13 en vez de la versatilidad de Surface Pro 3, aunque todo depende claro está del uso que vayamos a darle.
Sea como sea, si Microsoft finalmente decide lanzar dos formatos diferentes de Surface Pro 4 con diferentes tamaños de pantalla, creo que la variedad para elegir acabará favoreciéndoles de cara a competir en un mercado muy serio y con mucha calidad.