La privacidad es un asunto que preocupa demasiado a algunos usuarios, aunque realmente no somos conscientes de lo poco que podemos controlar nuestros datos hoy en día, por mucho que nos empeñemos en reconocer que no es así. Aun así, la postura de las empresas que se encargan de gestionar información sobre lo que ocurre en nuestra vida diaria juega un papel decisivo a la hora de determinar la facilidad o dificultad de acceso a los mismos por parte de terceros.
En esta ocasión Microsoft se posiciona en contra de revelar la información que contienen diversos emails de uno de sus usuarios en Outlook, tal y como le solicita el gobierno de los Estados Unidos. La petición viene a raíz de la investigación de una agencia federal en un caso de narcóticos, algo para lo cual sería necesaria una orden de registro y seguir un procedimiento. Microsoft hasta la fecha lo ha seguido, motivo por el que solo entregó las direcciones que este usuario almacenaba en su agenda de contactos.
Sin embargo, los de Redmond no han cumplido con todo lo que el gobierno les exigía al limitarse a entregar las direcciones de correo electrónico que tenía agregadas, pero sin revelar el contenido de ninguno de sus mensajes ya que en concreto estos se encuentran almacenados en unos servidores de Irlanda, fuera del alcance de la jurisdicción de cualquier agencia o tribunal del país.
Todo este caso comenzó en 2013 y desde entonces las declaraciones se han ido sucediendo, hasta que la corte dictaminó que era legal solicitar estos correos electrónicos aunque estuviesen almacenados en el extranjero, según ellos, del mismo modo que existen precedentes legales a la hora de obtener registros bancarios o empresariales aunque estén en el exterior. Sin embargo, Microsoft afirma que no se pueden comparar registros con correos electrónicos, y añade:
Un banco puede verse obligado a entregar los registros de transacciones de una sucursal en el extranjero, pero bajo ningún concepto se puede dar acceso a una caja de seguridad que un cliente hubiese dejado allí. Los correos electrónicos de nuestros usuarios son del mismo modo privados y seguros, y no están sujetos a importación.
Además, si la decisión del tribunal continúa adelante podría darse un caso de violación de la soberanía de una nación, y realmente no hay ningún precedente para apoderarse de los datos de un cliente, como correos electrónicos, almacenados en países extranjeros. Por este motivo Microsoft solicita que el Congreso sea quien deje claro si, y en qué casos, la policía es capaz de obligar a empresas tecnológicas a entregar el contenido de los mismos, ya que dicho órgano es el único con la autoridad para “equilibrar las necesidades de aplicación de la ley en contra de la soberanía de la nación, la privacidad de sus ciudadanos y la competitividad de su industria”.
Pero lo más preocupante es el procedimiento que se está siguiendo en este caso, ya que Estados Unidos está ignorando los tratados con gobiernos extranjeros como Irlanda, gracias a los cuales podrían simplemente solicitar que ellos les entregasen estos datos. En lugar de esto, están intentando apoderarse de los datos directamente desde Microsoft haciendo uso del sistema legal americano, y de confirmarse dicha decisión esto podría sentar un peligroso precedente de ignorar normas internacionales y permitir que agencias gubernamentales consigan los datos de una persona aunque estén almacenados en el extranjero, siempre y cuando la empresa lleve a cabo operaciones en los Estados Unidos.
Básicamente podemos decir que la decisión final de este caso tendrá consecuencias directas en el futuro del correo electrónico y del almacenamiento en la nube, motivo por el que muchas empresas están apoyando a Microsoft enviando sus propios escritos legales. En la lista están casi todas las grandes empresas y organizaciones, como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), Apple, Amazon, Cisco Systems, la Alianza de Software, la Cámara de Comercio, Verizon, y más.
Mañana es el día en que Microsoft se presentará en la audiencia de apelación para tratar que su postura prevalezca. El caso será seguido por gran parte de la industria tecnológica, ya que la decisión que finalmente se tome podría tener profundas implicaciones de precedentes legales sobre cómo y cuando el gobierno de Estados Unidos puede solicitar correos electrónicos y demás datos de usuarios.
Y vosotros, ¿qué opináis sobre todo esto? ¿Creéis que los datos de este tipo deberían ser revelados cada vez que un tribunal de Estados Unidos así lo decida, sin importar en qué país estén almacenados realmente? ¿Microsoft está actuando correctamente en este caso?