Una vez más tenemos que hablar de despidos, los de Redmond continúan realizando cambios y una vez más los empleados fueron los que se llevaron la peor parte. Esto no es nada nuevo, en julio de este mismo año Microsoft anunció el despido de 7800 empleados, casi todos de la división de telefonía, los despidos serían escalonados y se completarían a finales de año. La mayor parte de estos trabajadores anteriormente trabajaban en Nokia, tras la adquisición de la división móvil de Nokia por parte de Microsoft, estos empleados pasaron a formar parte de Microsoft.
Pues bien, sin hacer apenas ruido, Microsoft ha despedido a otros 1000 empleados. En esta ocasión dichos trabajadores eran de los departamentos financieros y legales. Esta decisión afecta a empleados de varios países. Un portavoz de Microsoft dijo lo siguiente a The New York Times:
Esta reducción de puestos de trabajo se distribuye en más de un área de negocio, en más de un país, y refleja una adaptación necesaria del negocio.
Casualidad o no, ayer mismo Microsoft publicó sus resultados trimestrales. En líneas generales los resultados han sido positivos, aunque la parte de telefonía y Surface generó menos ingresos. La división móvil y en concreto los teléfonos Lumia fueron los peor parados, los ingresos cayeron un 54%, pasaron de vender 8,4 millones entre marzo y junio a 5,8 millones entre julio y septiembre. Esto en parte es normal, los consumidores estaban esperando la presentación de nuevos terminales, además Windows 10 Mobile está a la vuelta de la esquina.
Veremos si en el segundo trimestre fiscal las cifras de Microsoft mejoran y no tienen que despedir a más empleados. En un principio los de Redmond se muestran optimistas, hace unas semanas presentaron los nuevos Lumia 950, 950 XL y 550. También la Surface Pro 4 y Surface Book, con estos equipos esperan volver a recibir más ingresos y continuar en la senda del crecimiento.