Los teléfonos con Windows Phone han ido cambiando poco a poco, dejando ciertos exigencias en los requisitos por el camino. Uno de ellos fue el posible abandono del botón dedicado a la cámara. Algo diferenciador en los terminales con Windows Phone 7 y que hizo que otros fabricantes también lo adoptaran, pero que por cuestión de costes, se fue abandonando en las gamas media y baja cuando fue llegando Windows Phone 8. Ahora ya no nos extraña ver sólo el botón dedicado de la cámara en ciertos terminales que tienen unas mejores especificaciones en la cámara. En mi opinión, entiendo esta evolución ya que ese botón es justamente el más caro al ser el botón más caro ya que es de dos posiciones (pulsación corta que permite enfocar y otra pulsación más fuerte que permite tomar la foto). Aunque para mi uso, desde luego, es un botón imprescindible.
Además de la desaparición de este botón, ha llegado otro cambio que incluso se extiende hasta la gama alta. Y es que hemos podido ver la traslación de los botones físicos de atrás, Inicio y búsqueda a la pantalla. En principio parece que el objetivo es el mismo que con el botón de la cámara, el ahorro de costes. Hace pensar que el eliminar algo físico y trasladarlo a la pantalla va a redundar en un margen mayor del terminal para el fabricante. Por otro lado, permite que un mismo terminal pueda soportar otro sistema operativo además de Windows Phone, como ocurre con los Xiaomi Mi4. Pero, ¿por qué vemos que terminales de gama alta como el Lumia 950 y Lumia 950 XL tampoco tienen botones físicos? ¿Hay algo más?
Personalmente pude probar este tipo de botones en el análisis del Nokia Lumia 735. Uno de los primeros terminales en incorporarlo. Y, me convenció. ¿Por qué? Pues os comento mi experiencia. Mi andadura con Windows Phone 8 comenzó con un Lumia 920, para pasar al cabo de año y media al Lumia 1520. Y, sobre todo en mi último terminal, me he encontrado en muchas ocasiones que al coger el teléfono de forma horizontal he pulsado en los botones accidentalmente. Y es que el Lumia 1520 tiene poco marco inferior, así que se hace difícil cogerlo sin tocar esos botones. Si los botones están en la pantalla, al ocultarse automáticamente, no se tiene ese problema. Además, permiten que el marco inferior del teléfono puede ser más reducido al no necesitar espacio para esos botones.
Pero, ¿no es desaprovechar la pantalla? ¿y si los necesito y no están? La pantalla no se tiene por qué desaprovechar en muchas de las situaciones ya que si la aplicación lo necesita, esos botones se ocultan, o incluso, puedes ocultarlos con un simple gesto. Y si la aplicación está a pantalla completa, igualmente, con realizar un gesto aparecen los botones de nuevo. Además, incluso en ciertos terminales, permite que con un doble toque en esos botones el teléfono se bloquee.
Por otro lado, recordemos que esos botones físicos son más propensos a fallos que la propia pantalla. Así, podéis ver la experiencia de nuestro compañero con el Lumia 830 en el que el móvil fue reparado, pero que al cabo del tiempo puede producir fallos que dejen el teléfono con graves problemas de funcionamiento.
Actualmente tengo como terminal de uso diario un Lumia 950 XL (mi Lumia 1520 tenía un problema y al estar en garantía Microsoft me lo ha sustituido) y después de tiempo con él, me reafirmo con el hecho de que los botones en pantalla me resultan más cómodos. ¿Vosotros que opináis?