Esta misma semana Intel ha presentado su nueva generación de procesadores de la que os hablaremos en otro artículo, corresponde a la séptima generación de procesadores conocidos como “Kaby Lake”, sustituto de Skylake y que conforma la optimización en el proceso de fabricación de 14 nanómetros.
Sin embargo está empezando a ver un debate que no gusta demasiado a los usuarios y es que Intel ha decidido dar soporte a su séptima generación con el sistema operativo Windows 10, siendo éste el único Windows con soporte, dejando fuera Windows 7 y Windows 8.1. Algo que si hacemos memoria ya había sido avisado por su parte Microsoft en su blog de trabajar más intensamente con las compañías de procesadores para que tengan el funcionamiento más óptimo posible con Windows 10.
Windows 10 será la única plataforma Windows soportada en la próxima generación “Kaby Lake” de Intel, en la próxima generación “8996” de Qualcomm, y en la próxima generación “Bristol Ridge” de AMD.
Con la llegada de Skylake, también ocurrió algo similar, aunque entonces Microsoft rectificó y ofreció también el soporte para Windows 7 y Windows 8.1 por un tiempo limitado. Un responsable de Intel ha confirmado que Intel no actualizará los controladores para Windows 7 y 8.1 en sus procesadores de séptima generación debido al cambio de política de Microsoft.
Es recomendable disponer de Windows 10 debido a que en otra versión no está asegurada una buena optimización, pueden aparecer problemas y un rendimiento inferior a lo esperado, por lo que creemos que es mejor no arriesgarse y si tenéis pensado adquirir alguno de estos nuevos procesadores es mejor hacerlo ya con Windows 10.
En el caso de procesadores AMD, la nueva y esperada generación ”Zen” está prevista que llegue para principios de 2017 por lo que traerá consigo Windows 10 en todos los equipos que venga preinstalado, lo mismo ocurrirá con Kaby Lake para ultrabooks, tablets y portátiles lo harán con Windows 10.