Uno de los aspectos en los que Microsoft se muestra muy orgulloso, es en la seguridad de su sistema operativo, que, con cada actualización, blinda a los usuarios de casi cualquier ataque cibernético a manos de un hacker.
A pesar de ser víctima de un malware cada 4 segundos, Windows ha logrado mantenerse a salvo gracias a dos cosas: Windows Defender, que incluso ha sido calificado como uno de los mejores antivirus y que está de manera nativa en Windows 10, y a las actualizaciones que continuamente se liberan.
Sin embargo, estas actualizaciones estarían provocando un gran fallo de seguridad en viejas versiones del sistema operativo, concretamente en Windows 7 y en Windows 8-8.1, dejando vulnerables a dispositivos que los tienen equipados.
Hackers aprovechan actualizaciones para atacar a Windows 7
Hace poco, se detectó un bug identificado como CVE-2017-8680, el cual afectó solamente a Windows 7 y 8.1, el cual fue solucionado durante la actualización de septiembre de Windows. Sin embargo, Mateusz Jurczyk, investigador del Proyecto Zero (Project Zero) de Google, y quien descubrió la falla, se percató de un detalle importante.
Al parecer, este error ocurrió ya que Microsoft actualizó Windows 10 para prevenir este bug, pero esta protección no se extendió a las versiones anteriores del sistema operativo. Es en esta situación, donde los hackers aprovechan para hacer ataques a sistemas con Windows 7 y 8.1.
A esto se le conoce como “difusión binaria”, donde los atacantes se basan en las correcciones de un sistema moderno para identificar las debilidades de uno antiguo. Es decir, los hackers analizan cuáles fueron las correcciones de seguridad hechas a Windows 10, y luego se dedican a buscar esas vulnerabilidades en Windows 7 u 8.1, donde esas correcciones probablemente no llegaron.
Según Mateusz, no es necesario ser un experto en Windows para poder identificar estas vulnerabilidades. A pesar de que el soporte para estas versiones de Windows no ha finalizado, las actualizaciones de seguridad que realiza Microsoft parece que no son las suficientes o adecuadas para mantener estos equipos a salvo.
Lo único que quedaría por hacer, es esperar a que los de Redmond recapaciten y comiencen a dar mejor soporte a los usuarios de Windows 7 y 8.1. Si de todas maneras te sientes vulnerable, lo mejor es actualizar tu equipo a Windows 10.
El Proyecto Zero de Google se dedica a buscar vulnerabilidades en sistemas operativos y programas, hace un par de meses también advirtieron a Microsoft de una vulnerabilidad en Windows Defender, que fue resuelta al poco tiempo de difundirse la noticia.
Fuente | El Chapuzas Informático
