El rumor acerca de un posible smartphone creado y producido por Microsoft es una de esas noticias que van y vienen de forma periódica. Hace 5 meses el proyecto del bautizado por los medios como Surface Phone parecía casi un secreto mal guardado, con evidencias que hacían pensar que su existencia era algo real, y con declaraciones del mismísimo Steve Ballmer estimulando la imaginación de fans y blogueros de todo el mundo. Sin embargo, parece que a Microsoft le gusta la situación actual tal y como está, a juzgar por las palabras de Casey McGee, Manager General de Estrategia y Operaciones de Microsoft:
Disfrutamos con la variedad [de terminales] que tenemos. Estamos tan metidos en el proceso [de creación] que nos da la sensación de que también son nuestros hijos. Especialmente con Nokia.
En el panorama actual Microsoft no está presente como fabricante. Sin embargo, es evidente la influencia que tiene en aquellas marcas que sí tienen sus propios terminales con Windows Phone. Podríamos hablar de los requerimientos hardware que los de Redmond imponen a los fabricantes para que los smartphones con Windows Phone tengan la calidad y el funcionamiento fluído que se espera de ellos. Pero todos sabemos que es el acuerdo con Nokia lo que mejores frutos está dando al ecosistema que Microsoft intenta crear.
Lo cierto es que el acuerdo con Microsoft ha sido una de las mejores cosas que le ha podido pasar a Nokia, que se encontraba en plena caída libre a consecuencia del declive de Symbian. A pesar de ser pioneros en el sector, la importancia adquirida por los smartphones en los últimos años les pilló desprevenidos y eso se notó en sus cifras de ventas y en la pérdida del favor de un buen número de consumidores.
Sin embargo, gracias a Windows Phone y al lanzamiento de la gama Lumia, parece que Nokia vuelve a asomar la cabeza en este mar inundado de androides y manzanas. Puede que aún sea algo minoritario, pero almenos han podido decirle al resto de fabricantes “No estamos muertos, aún podemos dar guerra”. Y gracias a esta pequeña victoria Windows Phone no ha sido el fracaso que muchos auguraban. Y eso es algo que Microsoft difícilmente podría haber conseguido con hardware de producción propia. De hecho, la fría acogida de la tablet Microsoft Surface puede ser una muestra orientativa de cómo habrían funcionado las cosas de haberse lanzado Microsoft a la piscina con un Surface Phone.
No seria nada bueno sacar un Surface Phone.