El “Escritorio” en tablets, ¿debería Microsoft mantenerlo en Windows 10?

Desde la llegada de Windows 8 con su interfaz Modern UI en todos los dispositivos, incluídos los escritorios y portátiles, los usuarios hemos sentido que había dos mundos diferenciados dentro de nuestros productos: por un lado teníamos el escritorio tradicional, al que era más complicado acceder, y por otro, la nueva interfaz con Live Tiles y pensada para pantallas táctiles. El cambio de un entorno a otro se hacía de forma algo incontrolada, y según que producto estábamos usando se ajustaba más o menos a nuestras necesidades.

El fracaso ha sido palpable, Microsoft ha dado marcha atrás y ha mantenido el Escritorio tal y como estaba accesible en entornos de escritorio, portátiles, pero también sigue disponible en cualquier tipo de tablet, sea del tamaño que sea. Con Windows 10, la gente de Redmon quiere poner orden, encajar bien las piezas de un puzzle tan grande como enorme es la cantidad de nuevos tipos de producto que van apareciendo en el mercado.

A escasos meses de la llegada de Windows 10 en su versión final y tras haber podido probar una cuantas tablets con Windows RT y Windows Pro en su interior, me surge una cuestión importante: ¿debe la aplicación “Escritorio” seguir presente en los productos tablet de de 10 o menos pulgadas?

Si, el escritorio aporta la dosis de productividad

Es cierto que con Windows RT la cosa cambia mucho, y es que no podemos hacer uso de aplicaciones tradicionales con formato “.exe”, limitando enormemente la instalacion de aplicaciones como Google Chrome o Mozilla Firefox. Pero en aquellos modelos que nos permiten instalar cualquier aplicación en su interior gracias a una versión completa de Windows, poder hacer uso de estas aplicaciones, aunque sea en formato escritorio y muy poco optimizado para el uso táctil, la productividad y utilidad de muchas de estas apps se vuelve innegable.

En mi experiencia, Internet Explorer 11 en su versión Windows 8 es un navegador bien pensado para el desempeño en paneles táctiles, sin embargo, si queremos manejar múltiples pestañas y hacer un uso más enfocado a ser productivo, más cercano al uso de ratón y teclado, las carencias del explorador en este sentido se vuelven innegables. Si Microsoft se deshiciera del Escritorio en modelos tablets pequeños y medianos, perderíamos todas esas aplicaciones que nos permiten centrarnos más en la creación de contenido tal y como lo hacemos con nuestros ordenadores de escritorios o portátiles, y nos llevaría prácticamente a un consumo de contenido con alguna pequeña dosis de productividad.

A día de hoy, poder contar con tablets pequeñas por menos de 100-120 euros con todo una versión de Windows completa en su interior es un punto importante para muchos. Podemos conectar una pantalla y hacer uso de la aplicación escritorio como si delante de un portátil mismo estuviéramos, solo que podremos llevarnos el producto a cualquier lugar sin preocuparnos del peso. Es cierto que la potencia, memoria y otras especificaciones limitarán el uso que podamos hacer de ello, pero para una navegación moderada por la web, por ejemplo, puede ser un “pack” más que solvente.

No obstante, si Microsoft decide dejar el escritorio en formato tablets de menos de 10 pulgadas, se hace innegable que estas aplicaciones con formato “.exe” o la misma aplicacación “Escritorio” se adapta al uso de botones táctiles, aunque parece que la compañía ya ha pensado en ello.

No, el escritorio no está pensando para entornos táctiles

Para aquellos usuarios que prestamos algo más de atención a los detalles de si una interfaz responde o no adecuadamente a su uso con ratón y teclado o su uso en dispositivos táctiles, se nos hace incuestionable comentar el hecho de que el “Escritorio” no está de ninguna manera pensado para ser usado en tablets “asequibles”.

Cerrar o minimizar ventanas puede volverse en ocasiones una completa odisea, nos equivocaremos o pulsaremos dos botones a la vez en algunas de las ocasiones, es un diseño pensado para usar nuestros queridos ratones, y nada se ha modificado apenas para paneles táctiles de un tamaño no demasiado amplio.

Que Microsoft Office no tuviera una versión pensada para ser usada en tablets es algo a tener en cuenta, y para muchos de nosotros la única justificación de que Microsoft hubiera decidido mantener el “Escritorio” en este tipo de productos. Pero con una versión táctil de esta aplicación ofimática en camino, puede ser el momento de que Windows 10 apueste por una interfaz pensada en portátiles y escritorios, y otra centrada únicamente en una interfaz para usar con los dedos. Estas pueden interactuar en ciertos productos donde tenga sentido, por ejemplo cuando conectamos un ratón a una tablet de más de 10 pulgadas o un teclado, o cuando conectamos la pantalla de nuestro televisor a nuestra tablet de pequeñas dimensiones.

¿Perder la potencial productividad del “Escritorio” o contar con una aplicación no pensada para entornos táctiles que puede llegar a ser molesto en su uso diario? La solución, en mi opinión, ya debe estar más que pensada y reflexionada en los centros de trabajo de Redmon, y será posiblemente una decisión capital a la hora de atraer a los usuarios a consumir uno u otro producto en base al tipo de uso que el cliente quiera hacer.