Seguro que muchos de vosotros ya habéis instalado Windows 10, el ritmo de ordenadores actualizados es realmente alto, el pasado 31 de julio ya estaba presente en 67 millones de equipos, esto se traduce en más de 20 millones de actualizaciones diarias. Una de las cosas buenas que tiene la nueva versión del sistema operativo son los requisitos de hardware, son prácticamente idénticos a los de Windows 8, esto hace que sean muchos los ordenadores capaces de funcionar con Windows 10.
Si has instalado Windows 10 en un equipo con muchos años a sus espaldas, puede que el nuevo menú Inicio te vaya un poco lento. Hay una solución muy sencilla para mejorar de forma significativa la velocidad, simplemente hay que desactivar las animaciones, el cambio se nota para bien.
Desactivando las animaciones
Accedemos a la Configuración de Windows 10
Pulsamos sobre Accesibilidad y seguidamente en Otras opciones
Desactivamos Reproducir animaciones en Windows
Al desactivar las animaciones realmente se nota un cambio general en el sistema ya que afecta a toda la interfaz, por lo tanto la experiencia de usuario mejora considerablemente, los menús y ventanas se abren al instante. Si tienes un ordenador con un hardware modesto tal vez sea conveniente desactivar las animaciones, seguro que notas el cambio.
Estos son los requisitos mínimos de Windows 10:
- Procesador: CPU de 1 GHz
- RAM: 1 GB (32 bits) o 2 GB (64 bits)
- Espacio en disco: 16 GB (32 bits) o 20 GB (64 bits)
- Gráficos: tarjeta de vídeo DirectX 9 con controlador WDDM
Si en su día hiciste la reserva de Windows 10 pero todavía no has actualizado, la herramienta Obtener Windows 10 tiene una opción para comprobar si tu equipo y programas son compatibles. En caso de seguir esperando el aviso para poder descargar la actualización, siempre puedes actualizar manualmente con la herramienta MediaCreationTool de Microsoft, también permite descargar la imagen ISO para copiarla en un DVD o pendrive.