Nuestros compañeros de Urban Techno han analizado en detalle el equipo sorpresa que se presentó en el IFA 2016: el Lenovo YOGA Book. Un equipo que, como decimos fue la sorpresa de la feria y que hace honor a su nombre, tanto al YOGA porque se puede utilizar en casi cualquier posición, gracias a la famosa bisagra que implementó Lenovo, y al Book, ya que cuando se cierra, gracias a su ligero peso y a su reducido grosor se convierte en un equipo muy parecido a si lleváramos encima un bloc de notas (ayudando, por supuesto, el soporte para el lápiz).
El equipo cuenta con un procesador Intel Atom x5 con 4 GB de memoria RAM, que tiene la ventaja de no necesitar ventilación por lo que se justifica para un equipo tan delgado como éste. Además nos dará una potencia suficiente para mover Windows 10 que lleva incorporado con soltura, pero se quedará corto para determinadas funciones, como juegos o programas verdaderamente exigentes. Algo normal, ya que tampoco ese es el objetivo de este equipo. La pantalla es táctil y de 10,1 pulgadas con una resolución de 1920×1200 (incluso mejor que Full HD). La calidad es suficiente y nos ayudará a disfrutar del equipo, aunque tampoco es algo totalmente destacable.
El almacenamiento interno es de 64GB dejándonos espacio suficiente para el Windows 10 Pro que lleva incorporado, futuras actualizaciones y programas. Como era de esperar, el equipo te permite ampliar la capacidad mediante una tarjeta micro-SD. La batería llama la atención por su duración, ya que con sus más de 8000 mAh esta batería le permite tener una autonomía muy buena con un uso medio (hasta de 15 horas según las especificaciones). El equipo está fabricado en aluminio que le da un toque de gama alta muy interesante y que combina perfectamente con el diseño además de dotarle de un tacto verdaderamente especial.
Como aspecto a destacar, tenemos el teclado retroiluminado y capacitivo. Esto nos permite convertir ese mismo teclado en una tableta para poder utilizar con el lápiz, y apretando un botón, podremos ver cómo el teclado se ilumina y podemos empezar a utilizarlo. Es totalmente llamativo y aporta funcionalidad como indicamos, pero ¿es cómodo de utilizar? ¿puede sustituir a un teclado normal? Pues ya veremos que este teclado tiene sus pegas, ya que implica una curva de aprendizaje, y que la usabilidad se ha sacrificado algo por el diseño y funcionalidad. Incluso es posible utilizar un bloc de notas e intercambiar la punta del lápiz por una de tipo bolígrafo y a la vez que escribimos quedará reflejado en cualquier aplicación que soporte el lápiz en Windows 10. Así se hace todavía más sencillo tomar notas, hacer dibujos, o lo que se nos ocurra.
También nos sorprende que la carga se realiza mediante un puerto mini-USB cuando ya esperaríamos que se dotara de un USB-C que además de ser mucho más completo, puede dotarlo de una carga mucho más rápida. Esto se combina con que tampoco se tiene ningún puesto USB normal, sólo existe este puerto mini-USB. Desde luego un aspecto negativo, ya que si queremos utilizar un pendrive, o un simple teclado o ratón, tenemos que hacernos con un adaptador para ello. Así, parece que también en este aspecto se ha primado el diseño en este equipo.
El Lenovo YOGA Book es un equipo que no deja del todo claro si es una Tablet, o un portátil tipo netbook, o nada de eso. Pero que seguro que no nos dejará indiferentes. Una vez conocidas sus características, ¿cómo es su funcionamiento? Veámoslo en el análisis en vídeo.
Y como bien indican nuestros compañeros, el equipo es totalmente recomendable para todos aquellos usuarios que necesiten tomar notas (pienso en estudiantes que pueden sustituir una libreta con funciones avanzadas), una ultra movilidad, se dediquen al diseño, o como complemento a un equipo de sobremesa. Eso sí, el precio que tiene (599 euros con Windows 10), no lo hace un equipo para todos los usuarios. Pero, eso sí, podemos indicar que Lenovo ha conseguido un equipo único en su categoría.
