Poco a poco Windows 10 va ganando más usuarios tal y como hemos podido comprobar estos últimos meses, llegando a contar con 110 millones de instalaciones a principios de este mes, mientras que el 25% de los usuarios de Steam ya lo utilizan en sus equipos como se desprende del informe mensual del servicio. Sin duda alguna un gran éxito que no tiene nada que ver con la escasa aceptación que tuvo Windows 8 en su día.
Recientemente este nuevo sistema operativo fue objetivo de polémica (una vez más), debido a que los usuarios que todavía estaban en Windows 7 o Windows 8.1 veían cómo su sistema descargaba sin su permiso la actualización de Windows 10, con el fin de tenerlo todo listo para cuando el usuario decidiese dar el salto. Finalmente Microsoft rectificó y dejó de hacer esto, pasando así a ofrecerse a través de Windows Update como una actualización opcional.
Facilidad para las copias no genuinas
Días antes de la llegada de Windows 10 al mercado los usuarios de Windows 7 o superior podían solicitar la actualización a la nueva versión desde un icono que aparecía en la barra de tareas, teniendo así la posibilidad de actualizar de forma gratuita y contar con una licencia válida para siempre, si se tomaba la decisión de instalarlo antes de su primer año de vida. Sin embargo, en el caso de los usuarios de copias pirata, esta vía no se aplicaba.
Aunque tener Windows 10 sin activar no supone ningún inconveniente importante tal y como explicamos anteriormente, la compañía quiere dar facilidades a aquellos que deseen regularizar la situación de su sistema operativo, iniciando un experimento en Estados Unidos. Desde la zona de activación, en las opciones de Configuración, darán la posibilidad de adquirir una licencia válida por la Tienda Windows, o introduciendo una clave de producto en caso de comprarlo en otro sitio.
De esta forma verán cuántos usuarios deciden dejar de utilizar copias no genuinas y adquirir una licencia válida, de ahí que en principio vaya a ser un experimento activo solo en territorio estadounidense. En caso de que viesen que tuviese el suficiente interés como para dedicarle más tiempo, esto acabaría extendiéndose al resto de regiones a través de una pequeña actualización.
Más formas de actualizar
Como decía al principio del artículo, tras la polémica inicial la actualización de Windows 10 se ofrece como una actualización opcional a través de Windows Update a los que todavía siguen en Windows 7 y Windows 8.1, aunque a principios del año que viene esto dejará de ser así. Microsoft quiere iniciar a partir de entonces una campaña más agresiva para tratar de convencer al resto de sus usuarios con licencias originales de que den el salto.
Así pues, en unos meses Windows 10 pasará a ser una actualización recomendada a través de Windows Update, lo cual significa que aparecerán notificaciones en todos los equipos indicando que hay actualizaciones disponibles como viene siendo habitual. Pero en esta ocasión no se limitarán solo a eso, ya que han decidido dejar claro lo que el usuario estaría aceptando al instalar dichas actualizaciones, por lo que se preguntará claramente si desea continuar o no con el proceso de actualización.
En caso de que un usuario decidiese continuar y finalmente no le gustase Windows 10, este contaría con 31 días para volver a la versión de Windows que tenía anteriormente. Todo esto se aplicará a los equipos que cuenten con una conexión a Internet, respecto a los cuales Microsoft ha dejado bastante claro que su nuevo sistema operativo no realizará actualizaciones automáticas en caso de que estos estén conectados a redes de uso medido (redes móviles), a no ser que se trate de una solución para un problema importante de seguridad.
Sin embargo, la compañía también facilitará el proceso de actualización sin necesidad de contar con una conexión a Internet, para lo cual actualizarán su programa Media Creation Tool que nos permite descargar las ISO del nuevo sistema operativo y crear DVD o USB para la instalación. Con esta actualización llegará la posibilidad de utilizar una misma ISO para actualizar a Windows 10 cualquier dispositivo con cualquier versión de Windows 7 u 8.1, independientemente de si se tratan de versiones de 32 o 64 bits, o de si es Home o Pro.